miércoles, 5 de octubre de 2022

Campanas mudas

 


 

     Sin velorio, sin entierro.

No doblaron las campanas.

    En una fosa común

sin ataúd de madera

descansa el cuerpo sin vida

del mendigo, del poeta.

     En una bolsa metido

llevándose de este mundo

aquellas últimas letras

que no pudo recitar,

con la mano temblorosa

extendida hacia la gente

pidiéndoles caridad.

 

    No doblaron las campanas.

No hubo misas, ni sermones.

     Sin familiares al lado

    nadie recordó su nombre.

Nadie lo ha echado de menos.

          Otro ocupa su rincón.

     Otro mendigo que duerme

esperando ese momento

tapado con un cartón.

 

 

Imagen de la red

8 comentarios:

  1. Me has tocado el corazón ❤. Poeta . Ay que tristeza !! Tanta realidad describes en estas letras...

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  2. Qué poco se valora lo que realmente importa. Genial maese.

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  3. Excelente Requiem para quienes no pedimos ni esperamos nada. Gracias Maestro por compartirnos.

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  4. Realmente triste y real. Genial como siempre, me ha encantado.

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