Pañuelo planchado
que al cielo
ofreciste
secando mí llanto
en la noche
azul.
Reflejo de luna
sobre las mejillas,
por culpa de
un beso
que me diste
tú.
Su luz escondida
entre nubarrones.
Oscuro camino
de regreso al mar.
Las olas esperan
en calma sus
manos,
para entre sus
brazos
mis penas ahogar.
Con cada verso se supera usted maese
ResponderEliminarLo que llega a hacer el aburrimiento... ja, ja, ja,
EliminarExcelente y encantado un lirico versar de nuestro Maestro Torrijos.
ResponderEliminarMe encanta, parece una copla. Hasta se puede cantar
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