Y después
de mucho pensar:
¿Qué me gustaría ser de mayor?
Me gustaría ser tapia de piedra, pero no
por su dureza ni su robustez.
Tapia sorda; para no escuchar a aquellos
otros mayores a los que resguardo del viento mientras aprovechan los últimos
rayos de sol contando historias inventadas, esas mentiras de juventud, sus
proyectos de un mañana que no llegará y la comida en familia con los que les
visitaron que nunca sucedió.
Tapia de piedra ciega al trascurso del tiempo.
Días y
noches, amaneceres y atardeceres sin horizontes al frente ni añoranzas a la
espalda, con los ojos cerrados a la
decadencia de un caer inexorablemente piedra tras piedra sin que nadie
lo remedie.
Tapia de piedra sin recuerdos de quien
puso sobre la tierra aquel primer objeto de desecho extraído de los surcos con
el arado.
Para que recordar a todos aquellos que me
hicieron compañía y que ya no están.
No me importará el saber quiénes dibujaron en
mí, corazones de un día y olvidados también al azote de la lluvia y el frio.
Tapia de piedra dormida; frontera
enclavada entre la vida y la muerte.
Al sol, quienes sentados esperan a
cruzarme; a mi sombra quienes reposan
dormidos como yo:
Sordos,
ciegos y sin recuerdos.
Magnífico maese. 👏 👏 👏 👏
ResponderEliminarGraciñas por estar
EliminarQue hermoso y significativo escrito. Tienes una fuente inagotable de inspiración. Belleza
ResponderEliminarFelicitaciones caro amigo. Abrazo de luz
Tapias al fin
EliminarInteresantes conjeturas. Importante ser testigo por muchos siglos de eventos que nadie quiere recordar...
ResponderEliminarPensadas u ocurrencias
EliminarGracias por estar
Excelente filosofía al escribir ilusiones y realidades buscando en alcanzar momentos de tranquilidad, Y si ya no estamos que mas da.... Excelente Maestro su filosofar además entretenido.
ResponderEliminargracias Profe.
EliminarTapa de piedra para no oír lo que no se quiere escuchar. Gracias, Compi.
ResponderEliminarPiedras apiladas ya cansadas.
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