Callada.
Dormida.
En la punta de una
estrella
me tapé con una nube.
Soñé contigo.
Sentí el tacto de tu
pelo.
Mis labios rozaron
tu frente.
Te susurré al oído…
“Te quiero mi vida”.
Con mis pestañas
acaricié tus mejillas.
En mi aliento,
pude sentir tu respiración.
En la palma de mi
mano,
junto a tu pecho,
los latidos de tu corazón.
Un dibujo.
Una abstracción.
Entre mi mente y la
tuya.
Después de tanto,
aún lo recuerdo.
Tú, jamás lo
olvidarás.
Saludos, poeta. Gracias por tus letras soñadoras.
ResponderEliminarGracias Laurita.
EliminarLa poesía romántica ME ENCANTA...me declaro ADICTA a ella. Felicitaciones querido amigo. America Santiago.
ResponderEliminarGraciñas hasta Santiago de Chile.
EliminarQué bella poesía querido maese. 🌹
ResponderEliminarMuackssss
EliminarHay cosas que nunca se olvidan. Me ha encantado
ResponderEliminarRecuerdos al fin de cuentas.
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