domingo, 2 de enero de 2022

Trovador

 


      Comienza un nuevo año, un nuevo día, y es hora de recordar que siempre huvo días especiales.

            Hoy hago una mirada retrospectiva en el tiempo; y me voy a 1971, allá por marzo o abril.

       Ya había dejado de lado la trompeta, ya los malvados tiempos habían pasado y las aguas parecían apaciguarse.

           A las seis de la mañana, (aún de noche) junto a mis padres,  montaba en un tren de aquellos con bancos de madera que nos llevaría a Valencia.

          Aquel para mí fue un gran día, allí  entramos en una tienda de instrumentos y por primera vez puse los dedos encima de un teclado,   (realmente era medio acordeón, metido en un mueble y con un aspirador de aire dentro que hacía la función de fuelle, para que así sonasen las lengüetas).        Pues sí,, me lo compraron.

   Era de la marca "TROVADOR", iba metido en una caja que parecía un sarcófago gris que pesaba más que el propio aparato.     El viaje de vuelta, lo hice tumbado sobre él, dormido, rendido por las emociones y sin saber que ese era el principio de lo que el destino me tenía reservado.

Ya en casa, día tras día, bajo la supervisión de mi padre, comencé hacer las primeras escalas y ejercicios, primero una mano y luego otra, hasta que empecé a ir coordinán-dolas y tocando con las dos al mismo tiempo.

              Siempre recordaré la primera canción;  mi padre escribió la partitura a mano, algo muy simple, era “en los jardines de Granada” y con ella fue que empecé a acom- pañar con la mano izquierda a ritmo de bolero.

       El resto vino rodado, las teclas puestas en mi camino, sirvieron de senda por la que transitar muchos años. Pero la culpa de todo la tuvo mi padre, el viaje a Valencia y de aquel aparatejo con mueble de formica y sonoridad maquiavélica.


Gracias....




2 comentarios:

  1. Que buena historia. Que emocionante . Me hace recordar un día de reyes que junto a mis zapatitos me encontrè con una reluciente acordeón a piano Honner de 48 bajos. Roja y con bordes dorados. Que emoción, que alegría! Creo que muy parecida a esa que sentiste ese día al ver ese teclado .. Hermosas y descriptivas letras. Me encantó . 💕

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    1. Después vinieron muchos teclados distintos,, pero ese siempre será único.
      Aunque creo que todos los que han pasado por mis manos, son únicos para cada momento.

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