sábado, 14 de agosto de 2010

Día clave

        Siempre hay días que nos hacen pensar en algo ó alguien, recordar acontecimientos, alegrando o entristeciendo nuestro entorno, de rabia o satisfacción, dependiendo del hecho acaecido en dicha fecha, cada cual tiene bastantes a lo largo del año, y entre ellos como es natural, se encuentra el día del sant@ adjudicad@ a la profesión que le corresponde.
    En mi caso, yo se que la patrona de los músicos, es Santa Cecilia, de la que conmemoran su muerte el 22 de noviembre, fecha de la cual me acuerdo casi siempre un par de días más tarde.       Sin embargo hay una fecha, que debían de proponer como patrona de la farándula y el orquesteo, me refiero como no podía ser de otra manera a aquella que siempre se ha tenido como fecha especial, debido a la cantidad de sitios en que se celebran fiestas, y debido a la oferta y la demanda, al precio que se cobra, como si fuera el día de la paga extra, aunque últimamente la tajada se la lleven los tratantes, poniendo mil pegas y excusas de gastos no demostrados.
    Me refiero como no al 15 de Agosto, esa que a ninguno se le olvida, esa que está reservada desde el año anterior, esperando la oferta del mejor postor, esa que por firmarla más cara, te lleva donde Cristo perdió el gorro, y claro, normalmente se queda mal, pues la relación calidad precio no tiene sentido, y los gastos que uno paga de más, el otro se los gasta en el viaje, por lo que al final sería mejor cobrar menos cerca de casa, eso pensamos todos los 16 de agosto, agotados, pero al año siguiente, por unas cosas o por otras, otra vez se vuelve a las andadas.
    Es curioso, pero a partir de ahí, empiezan las marejadas; Uno empieza a dejar caer entre los compañeros que al año siguiente no sigue, que si las condiciones, que si el trabajo, las dietas, en fin todo desemboca en un septiembre de caras largas, cada cual se cree el mejor, y por lo tanto imprescindible para que eso funcione, y al final a otro sitio, casi siempre igual, (aunque alguien sabio me dijo un día “ otro vendrá que buena me hará”) y a empezar de nuevo con gestiones y ensayos a partir de octubre, a darse prisa para aprovechar la noche vieja, y el próximo 15 de agosto, otra vez a tropezar en la misma piedra.
             Yo, este año, será el primero que no esté por esas carreteras de dios, y seguro lo echaré de menos, siempre se añora lo que no se tiene.
          Amigos, que paséis un buen día de Santa Farándula, y sobre todo que aunque cansados, lleguéis.

CUIDADO CON LA CARRETERA.

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