viernes, 10 de mayo de 2013

Garabatos


                     Con el lapicero en la mano suspendida frente al caballete, analizando el dibujo, con la mente desorientada; de pronto, lo clavo bruscamente en el centro de la cartulina y tiró hacia bajo con genio.
      Dio cuatro pasos al frente, incorporó a la modelo cogiéndola por los hombros, hasta quedarla sentada.
          .-cierra los ojos y tranquilizare, he perdido cuatro sesiones, ahora, acomódate con suavidad, y adopta una postura en la que tú, te encuentres relajada.
      Retrocedió hasta el caballete, puso una cartulina virgen y se mantuvo quieto, abriendo y cerrando los ojos, fijándose en cada parte de su cuerpo, cogió un lápiz grueso.
         .- por hoy te puedes ir, mañana nos vemos a la misma hora.
      Comenzó a esbozar líneas sueltas, entre trazo y trazo, cerraba los ojos, para visionar la propuesta que quería plasmar. Al día siguiente, al entrar, la joven se encontró al artista envuelto en una densa niebla, sus ojos enrojecidos daban fe de haber estado trabajando y apurando cigarrillos toda la noche, a su dibujo, solo le faltaban la cara y los antebrazos con sus manos.
      Cuando salió del vestidor:
          .-espera, no te quites la bata. Abrió la ventana de par en par, el humo salía pareciendo tener prisa por huir de aquel pequeño estudio.
    .- siéntate un momento en esa silla. Se dirigió a un armario, de donde sacó un vaso de tubo y una botella de absenta verde.
      Posó el vaso sobre la mesa, apartando a un lado el cenicero lleno a rebosar que apestaba a ceniza y boquillas requemadas, llenó el vaso hasta la mitad y se sentó con arte desgarbado en otra silla, frente a ella, sin soltar la botella.
     .-bebe
          .- es que yo, no tomo alcohol
     Se metió un lingotazo directamente de la misma y la puso en la mesa; encendió un cigarro y la miro a la cara.
         .-te he dicho que bebas, si no estás acostumbrada, más barata me sales.

      Poco a poco la joven, fue ingiriendo aquel líquido que parecía quemarle la garganta.
       .-que tal
          .-demasiado fuerte
       .- otros tres dedos para ese cuerpo serrano, cuando lo acabes, puedes quitarte la bata y reclinarte en el diván.
     Él, permaneció sentado, apurando el cigarro hasta el filtro, al tiempo que cogiéndola por el cuello, levantaba nuevamente la botella para darle otro buen trago; luego se cruzó de brazos y esperó.
      Cuando observo la flacidez en sus muñecas y facciones, se acercó a la lámina y empezó a dibujar sus ojos entreabiertos antes de que estos se llegasen a cerrar; esperó a que su mano izquierda, cayese desmallada hasta casi rozar el suelo, perfiló las manos y prosiguió introduciendo sombras, con las yemas de los dedos.
       Ella seguía dormida, se aproximó a taparla con la bata y volvió para terminar su rostro angelical.
      Encendió otro pitillo, se apoyó en el marco de la ventana para oxigenar un instante sus cansados ojos y volvió a la tarea.
      Afiló la punta del lápiz, cogió unos carboncillos, fue detallando brillos y sombras, moviéndose continuamente de lado a lado, para observar su perspectiva desde distintos ángulos. Cuando dio por terminada la lámina, ella aún seguía dormida, se sentó junto a la mesa, apoyo la cabeza sobre sus brazos cruzados y su raciocinio se evaporó entre nubes de algodón.
      Para cuando despertó, ella hacía tiempo que se había marchado; estaba destemplado, cerró la ventana y después de ponerse una chaqueta de lana gruesa, que quien sabe la había dejado allí, olvidada hace ya tiempo, y dio un par de tragos a la botella de absenta, para entonar el cuerpo.
      Se disponía a abrir la carpeta donde guardaba todas las láminas seleccionadas para ser expuestas en una galería con motivo del aniversario de su apertura, cuando alguien llamó a la puerta; era un gran amigo de la infancia al que hacía tiempo que no veía. Él vivía en un antiguo palacete en la sierra y a no ser por papeleo, no se desplazaba a la capital.
           .- coño chaval, como tú por aquí
      .-ya ves, he venido a hacer una copia de unos proyectos y mañana las tengo que compulsar, por lo que he pensado: lo mismo a este bohemio le apetece dar una vuelta esta noche.
           .- pues has llegado en el momento justo, acabo de terminar mi última obra y me disponía a guardarla cuando has llamado; ahí la tienes, ¿qué te parece?
       .-Bueno, así a primera vista no está mal
            .-como que no está mal, es una obra sublime, la culminación intelectual que cualquiera soñaría realizar, fíjate que detalle, como las líneas parecen fundirse en el centro para después explosionar expandiéndose hacia el exterior
      .- en eso estamos de acuerdo, pero ¿Esas rayas separadas?
            .- esas rayas como tú dices, son la mano y los cabellos de la mujer, sin ellas sería una obra imperfecta
     .- pues vas a tener razón, ahora que me fijo, sin ellas no se llegaría a entender la profundidad cósmica de su feminidad
           .- sabía que un arquitecto como tú lo entendería, además has dado la definición perfecta; con tu permiso la titularé, feminidad cósmica
     El amigo pensó para sus adentros: Joder, lo bobo que se ha vuelto, por mí, como si la titula blanca nieves y los siete enanitos, si lo sé no vengo a visitarlo.
               Mientras se iba alejando camino de la habitación:
                               .- Me arreglo un poco y nos vamos, así picoteamos algo por ahí, antes de ir a tomar unas copas, hay un sitio nuevo que ……….

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