Selena
eligió vivir
en la noche más oscura
para lucir su esplendor.
Cuarto creciente.
Inconsciente.
Con fuegos artificiales,
celebraba cada instante
hasta que sintió en su vientre
que la luna estaba llena.
La juventud se trunco
y el miedo le hizo correr
para convertirla en nueva,
apagándose la luz
de la cara de Selena.
Mariposas de alas negras
sobre la cuna vacía
vuelan sin oír el llanto.
Lúgubre blusón de seda
trasparentando los pechos
que nunca han amamantado.
Temor a
que el sol se oculte
y entre en su entraña la noche,
la noche cruel y maldita,
fría y engañosa noche.
Con el paso de los ciclos
la luna luce de nuevo.
Ya no es joven.
ya no es bella.
Ya no se pinta con rímel
las pestañas plañideras.
Cierra los ojos rogando
que no se agote la luz.
Que el menguante sea pausado.
Que alcance a besar la vida
antes de la luna nueva.
Y la
catarsis de paz,
a los sueños de Selena.
Me encanta
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