miércoles, 11 de septiembre de 2019

Lozanía




   El suelo pretende alzarse
para alcanzar esa fruta.
    El cielo se precipita
para ganar la carrera.
    Su brillo deslumbra al aire
que se acerca a acariciarla.
     Las hojas hacen un corro
protegiendo su hermosura,
no la vaya a ver el diablo
y le dispute su amor
al señor de las alturas.

       Un gorrión que está a su lado
empieza a picotearla,
para romper su belleza.
     Pero la perra le ladra:
.-.- Espera solo un momento
que está llegando mi dueña.

    Llega la dama luciendo
dorados tirabuzones.
   Alarga el brazo con gracia
para acceder al manjar
y antes de apartar las hojas,
vuelve la mano al bolsillo
para sacar un pañuelo
con que lustrar la pureza.
     Luego le pone una red
con el fin de protegerla.
.-.- Que nadie rompa su hechizo
.-.- Que nadie ose el tocarla
.-.- Dejemos… que llegue a vieja.





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