domingo, 15 de septiembre de 2019

El antifaz




Ahora;  A la vejez te encuentro.
     Leo por primera vez,
algo firmado en tu nombre.
    Me recuerda a los poemas
que tantas veces leí.
    Me traspasa el alma.
    Me derrite el corazón.
    Me trae el olor a mar,
y me da alas, con que surcar los cielos.
    Tus escritos cuentan mi vida,
reconociendo errores
y alabando la paciencia
de la espera contenida.
      ¿Dónde has estado escritora?
            ¿Dónde has estado escondida?

.-.-.- Siempre estuve tras la pluma.
   Siempre rodeada de folios.
Siempre plasmando vivencias
del que por la calle pasa.
    Siempre llorando la pena
con una sonrisa falsa.
      Siempre, pidiéndole al cielo
que nadie supiera nada.

      Tras el nombre de un señor,
seudónimo  que adopté
y a ustedes poder llegar.
      Apodo de marinero
con los brazos tatuados
para poder navegar.
      Pantalón puse a mis letras
y así, por esos caminos…
 ….Les dejaron caminar.



Ojos de Gata



1 comentario:

  1. Eres sensacional Carlos. Nunca mejor contada una realidad que muchas escritoras tuvieron que adoptar

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