La pasión descansa abatida, sobre las
frías baldosas del suelo descolgándose del somier. Guirnaldas que en el cabecero, olvidaron con
el lento paso del tiempo sus laureadas y triunfales batallas. Sobre la almohada suave, flores de amarillentos pétalos cierran los parpados
exhaustos retornando así en sueños a la anhelada juventud.
Mientras, el amor infinito resplandece entre
las sabanas bordadas al cogerse las manos esos cuerpos desgastados que se
refugian bajo la vieja colcha de cuadros hecha de retales de toda una vida.
Imagen de la red
No hay comentarios:
Publicar un comentario