sábado, 4 de septiembre de 2021

Un beso.

 


      Un ángel, me pidió un beso

sin decirme para quién.

 

.-Ven y acércate a mis labios

el beso yo te daré.

 

          En vez de uno, le di dos.

    Porqué escatimar un beso

si a mí no me cuesta nada

regalar una ilusión.

 

   Entonces me comentó:

       Era para alguien tan pobre

que ni cariño tenía.

      Por el limbo deambulaba,

ni tan siquiera san Pedro

la puerta del cielo abría.

       Había sido tan cruel

en su paso por la vida,

que a la hora de su muerte

Lucifer, lo aborrecía.

 

      .- Si crees que no se merece

los besos que me has prestado,

con gusto te los devuelvo

y los busco en otro lado.

 

.-No quiero que los devuelvas,

llévalos a su mejilla.

     Desde el purgatorio vea,

en las tumbas que cavó

el nunca podrá impedir

que crezcan las florecillas.

 


No hay comentarios:

Publicar un comentario