domingo, 19 de diciembre de 2021

la ratonera

 

Tantos años, disimulando,

esa cojera, nada,

una plantilla de un centímetro

dentro del zapato mocasín.

Una tontería, una ridiculez,

un estrabismo en la vista

tras las gafas de sol.

Un defectillo sin importancia.

¿Que no me entero?

Si ustedes supieran.

Los tapones de cera

que no se cansan de molestar.

Por lo demás, bueno,

quitando esas taquicardias,

alguna cosita de hígado,

piedras en el riñón,

cosas que en todos es normal.

¿Fumar? Claro,

algún vicio hay que tener.

Pero alcohol nada,

bueno solo de vez en cuando.

En las reuniones,

una copita con el café

a la hora de la sobremesa,

el vino de las comidas,

ya saben lo cotidiano.

Eso sí, estoy empezando,

tan solo el planteándome

el hacer ejercicio

cuando no haga frio.

Pensé, en que la verdura

me podría venir bien

el incluirla en mi alimentación,

pero….. no sé.

El verde en el plato

está bien como decoración.

Pues eso, y a qué viene esto.

A sí, a que tras tantos años

uno se acostumbra a todo.

A vivir con sus defectos,

 a olvidarse de sus virtudes,

y a pensar en el mañana.

El pasado-mañana

queda demasiado lejos.

Para que mirar atrás

si ya no tiene remedio.

Por otro lado,

el horizonte queda lejos,

no lo consigo

alcanzar con mi mano.

Hoy pienso, eso sí,

sin esforzarme demasiado

pues dicen que pensar mucho,

puede dañar el cerebro.

Para algo que parece aún,

no tengo muy deteriorado,

habrá que cuidarlo.

 



 

 

No hay comentarios:

Publicar un comentario