sábado, 15 de julio de 2023

Creencias

 


 

¿Que son para mí los ángeles?

           .- presencias o entes inmateriales creados externa o internamente, como beneficiosos para nuestra salud, tanto física como mental.

           Gracias a ellos podemos conseguir el nexo con las fuerzas del universo, acompasando nuestras vibraciones con aquello que anhelamos, creando suave conjunción entre la realidad y la ficción donde la línea de distinción entre ambas queda anulada hasta el punto en que esa amalgama se desarrolla logrando algo infinito  a  lo que nuestra propia idiosincrasia terminará poniendo nombre, color, aspecto e incluso alas.

        Por cuestión de educación e historias escuchadas de nuestros antepasados, lo “divino” se asocia con la luz, es decir, eso que nos saca de la oscuridad;  las perversiones que se crean en nuestro cerebro, hacen que se debiliten los mecanismos de defensa y por tanto sí,  necesitamos creer en algo que nos proporcione el poder de sugestión para encarar ciertas dificultades.

      Ahí, en ese punto es donde se empiezan a engendrar nuestras creencias;  aliados, que nada tienen que ver con lo físico, alojándolos en un plano astral donde tenerlos a nuestro alcance, sin que nadie nos lo pueda arrebatar.

         Para sentirlos más cerca de nosotros, necesitamos materializarlos en algún ser querido, para estar seguros de que nos están cuidando, poder sentir que entienden nuestras palabras y llorar sin vergüenza ante ellos.

            Las visiones se repiten e incluso a veces se hacen persistentes, hasta tal punto que la vida terrenal, parece alargarse hasta una dimensión desconocida, allí donde se encuentra una estadía que relacionamos con lo que no sé, quizás denominamos “paz”.

       Como aliados, como creencia, (que no tiene porqué tener similitud con otras) sabemos que afectan como el mejor placebo ante nuestras dificultades, tanto mentales como físicas;        las comparaciones nunca llegarán a ser realizadas con las personas de nuestro entorno físico.

 Unas veces por vergüenza a qué pensarán de nosotros y nuestro estado mental, otras en cambio puede que sea incluso por egoísmo, por ese miedo a compartir algo tan nuestro, que solo nosotros hemos creado y conocemos.

        De todas formas, los ángeles existen.

      Se pueden ver con los ojos cerrados en la oscuridad, escuchar el movimiento de sus alas cuando el silencio tiene sabor dulce y olor a hierba fresca,  sentir como se deslizan por nuestros dedos hasta nuestras palmas de las manos abiertas.

         Nos sorprenden en ese momento inesperado con un escalofrío que recorre nuestra espalda y nos acompañan en nuestros sueños, dejando caricias en nuestra mejilla, como alas de mariposa que susurran un beso.

 

Carlos Torrijos
C.a.r.l. (España)


 

6 comentarios:

  1. Coincido Compy, los Ángeles existen. Buena pluma como siempre. Saludos australes.

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  2. Angel de la guarda, dulce compañía... Me ha gustado mucho, felicidades

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  3. La LUZ siempre es. Como la Divinidad y el Amor que somos.
    Creer, sentir de varios modos es lo que estamos dispuestos a aceptar y confiar. Es bella la experiencia de sentirse acompañad@.
    Gracias C.A.R.L. por compartir.

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