lunes, 14 de junio de 2010

Chatarrada

                   Pues sí, al final me llamaron para una sonorización para el sábado pasado, sin hacerme demasiada gracia, más que nada por el viaje (a 300km de casa) me dirigí al lugar del evento, pensando que concia al grupo, el equipo y la plaza, pues ya estuve allí el año pasado.
     Desde que salí, todo fueron sorpresas:
           Fui todo el camino tormenta tras tormenta, incluso de granizo, mi pensamiento me decía: Solo falta que se suspenda y empecemos con los problemas de cobrar el tanto por ciento, o volver otro día.
   Por esas comarcales de dios, y como no podía ser de otra manera, me perdí, e hice unos treinta km de más, no había problema, yo no tenía que estar allí el primero.
   Al fin llegué, y me encontré con que no había nadie, (debido a que tuvieron un percance en carretera, con el camión del equipo). Me acerqué al “escenario” por llamarlo de alguna manera, le habían puesto unos palos y unos puntales, lo tenían cubierto con plásticos y con toda su buena intención (que no la voy a negar) aquello parecía un portal de belén en pequeño, eso sí, tuvieron el detalle de poner una especie de cobertizo, para que los técnicos estuviéramos resguardados también de las inclemencias del tiempo, (cosa poco habitual).
   Mientras esperaba, vi que la iglesia estaba abierta, entré por pasar el rato, y mirando el techo, sin darme cuenta me había metido hasta la sacristía. Tras de mí, como no, el cura, vestido de gala, preparado para la ocasión, ya que estaba a punto de salir la procesión. Me estuvo explicando, cuando se hizo la iglesia, el significado de los cuadros que había, que eran milagros de San Nicolás de Bari, que en realidad era de Turquía, se celebra en invierno, por lo que allí, dejaban la celebración del patrón reducida a una escueta misa, y las fiestas se hacían en San Antonio, que hacía mejor tiempo. Mira que yo soy poco de estos royos, pero el señor fue muy agradable y sin querer me culturizó un poco.
   Llegaron los montadores, se pusieron a descargar y me dejaron caer que iba a alucinar. En un evento anterior, un “ingeniero”, se había cargado el equipo, por lo que me traían lo que estaba en la nave, que hiciese lo que pudiera, por su puesto todo sin revisar ni cablear, entonces lo entendí, me habían llamado porque para esos marrones no hacen falta los que tienen muchos estudios, se necesita la zorrería del salir del paso de la mejor manera posible, y el resto escurrió el bulto, pero bueno ya estaba allí, y no era cuestión de amargarse.
   Me tocó cablear y chequear todo, gracias a que los músicos también llegaron tarde, me dio tiempo a tener a punto de prueba, en el momento preciso, pero había que probar rápido, el horario se echaba encima.
   No hubo demasiada gente, el equipo era una lata, los músicos tampoco es que me entusiasmasen, al final se acabó mi “ultima gala” vaya una chapuza, todavía tengo tiempo de dejar un buen recuerdo en mi memoria, aunque no creo que hasta el día 1 de julio salga nada más.
         Del primer día me olvidé, el último intentaré no recordarlo.
   A partir de ahora, lo que haga será distinto, sin dinero por medio, en plan amateur, sea bueno o malo, lo haré porque me da la gana, o porque alguien realmente me necesita, la perspectiva cambia mucho.

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