viernes, 9 de julio de 2010

Ya está con tigo

    Ha pasado una semana desde mi carta, y ya se ha reunido con tigo.
              La casualidad ha querido, que estos tristes acontecimientos, se hayan agrupado en un breve espacio de tiempo, y la cascada de reacciones no deje espacio para rehacerse de la anterior, sobre todo para la pequeña, la única que queda.
    Ella no solo se ha quedado sin hermanos, vosotros erais algo más. Desde niña por la muerte de vuestro padre, fue la hija de todos, esa a la que había que sacar adelante y hacerla una buena moza, para que fuera una gran mujer, aunque para vosotros siempre siguiera siendo la niña.
    Tu y Tomás, siempre habíais estado juntos en el trabajo, codo con codo para cualquier cosa que necesitaseis uno del otro y ahora volveréis a unir vuestras almas en un mismo proyecto que no se cual será, pero seguro que algo digno, como todo lo que hicisteis en vida.
    Seguro que no os faltará el apoyo de los demás, pero desde mi perspectiva, siempre es a los dos que más unidos he visto.
    Ahora, con este deceso, a Lucía, se le han vuelto a amontonar los recuerdos más tristes que guardaba en su interior de tus últimos días. Ella me los cuenta, me pregunta cosas sobre el más allá, llora un rato y se desahoga, en fin lo va llevando lo mejor que puede. A los demás me imagino que les pasará lo mismo, pero me entero menos.
             Bueno, recuerdos a los de ahí arriba, que tu nieta Raquel tiene que comer, que es la hora.

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