La risa, va por zonas

 En estos días antes de las elecciones municipales y autonómicas, he pensado en que opinión de lo sucedido tendría el 23 de mayo.

              Pensé en distintos encabezados, con frases conocidas, ya que había variopintas posibilidades: 

       “Navegar, navegar y naufragar a la orilla”. Si después de ir empatados todo el rato, al final hubiesen ganado el 4º concejal por un par de papeletas.

      “El bueno, el feo y el malo”. Todo es posible, se podían haber repartido los concejales entre las tres formaciones políticas, quedando 3, 2 y 2,  y luego a ver a quien le tocaba ser quien.

      “Personas de poca fe”.  En el caso de que las encuestas no hubiesen tenido razón y la crisis no hubiera pasado factura, en la mayoría de comunidades y ayuntamientos de gran calado.

    Pero como no ha sido así, y en casi todos los sitios el PSOE ha sufrido un descenso considerable, con la relevancia que tiene que se haya producido un hecho insólito en mi localidad, donde nunca había obtenido mayoría absoluta, hasta ayer, lo que hacía que algunos vendiesen la piel del oso antes de cazarlo, debía de titular este articulo “La risa va por barrios”, pero después de hacerlo, he rectificado, me pareció que teniendo en cuenta, que (Barrios) es el primer apellido del cabeza de lista de la oposición, no era lo más adecuado y parecería una falta de respeto hacia dicha persona, y esa no es  mi intención al escribir esto.  Me queda la duda si en caso contrario ellos hubiesen sido tan prudentes, pero ese no es mi problema.

     El caso, es que de 501 personas censadas, han votado 415, lo que para mí, ha sido la primera satisfacción, hablamos de un 82.83% que no está mal, participación que es habitual en este municipio, excepto en el año 1991, que se redujo al 65%,  Por su puesto mi felicitación, a los vecinos, por su masiva participación.

     Ya quedan en el recuerdo, aquellas municipales del 1987, donde se consiguieron 29 votos, de las 677 personas censadas.

   Me gustaría haber podido estar más tiempo junto a mis compañeros de candidatura en ese día de votaciones, pero las obligaciones no me lo permitieron; me llamó mi hija, junto a un amigo, para comunicarme que habíamos perdido, y que yo no había salido elegido, era una broma, pero antes de desenredar el entuerto, se le acabó la batería del móvil.

  Al rato me volvieron a llamar, habíamos conseguido algo insólito, la mayoría absoluta con cuatro concejales, y a cinco votos de conseguir el quinto.

     Sentí una gran alegría, más que por mí, (que también), por muchas personas, que como mi suegra y mi mujer, llevaban esperando este momento en que poder decir: Hemos ganado. 

    Por las personas que sin ostentaciones ni aspavientos, relajadamente, nos han apoyado con sus palabras de ánimo y han sabido soñar con nosotros al tiempo que con una palmada en la espalda nos decían adelante;  esas que seguirán apoyándonos y que sabrán recriminarnos con mano izquierda cuando algo hagamos mal.

     Por todos aquellos que ya no están, aquellos que se mordían los nudillos con rabia, al ver que en las autonómicas y generales sacaban más votos que nadie, pero en casa no se confiaba en los suyos  barriendo para otro lado.

     Por los candidatos que legislatura a legislatura han ido poniéndose en las listas, sabiendo que lo único que nadie les podía arrebatar eran sus sueños y que algún día serian realidad

    Por esos que en la pasada legislatura, han estado batallando sin recursos, para que el pueblo estuviera lo mejor posible y a los cuales por fin se les ha valorado su esfuerzo y trabajo.

       Pues bien; a todos, gracias, muchas gracias por creer que Patricia, que es una valiente y yo, incauto de mí, detrás de Juan Jesús y José Antonio que ya tienen experiencia,  podíamos ser merecedores de representarlos en este momento de alegría.

    Ahora viene lo más difícil: No defraudarlos.

      En nombre de todos, sólo puedo decirles de todo corazón. 

 

                         LO INTENTAREMOS.