jueves, 30 de noviembre de 2023

Sola

 


 

    Callada, sumisa y sola,

en mi cuerpo te engendré

por error de adolescencia

de fiestas de mal beber.

 

      Callada, sumisa y sola,

todo, decidí perder,

para luchar por tu vida,

callada, sumisa y sola,

sonriente, te vi nacer.

 

   Nunca te faltó un te quiero,

ni un beso, ni una caricia,

ni el arroparte en la noche,

ni en la mesa la comida,

ni los caprichos más caros,

ni aquella ropa elegante.

    ni las escuelas más dignas,

a costa de fregar suelos

con lejía y estropajo.

   El esfuerzo de diez horas

de rodillas en el suelo

no me costaban trabajo.

 

     Un hombre quise que fueras

con orgullo y con prestigio.

     No el hijo de una fregona

desesperada en la vida

que suplía tus ausencias

metiéndose en el bullicio

para olvidar el silencio

cogiéndose a cualquier vicio.

 

 

     Y renegaste de mí

porque te daba vergüenza

mostrarme en tu sociedad.

   Ni un beso de cumpleaños

me viniste a regalar.

    Ni una visita piadosa

en la cama de hospital.

    Un adiós sin despedida

que me ha tocado sufrir.

    Recuerda, aquellos consejos

 que tantas veces te di.

 

   Solo, sumiso, callado,

frente a mi cuerpo sin vida,

sin nadie que te acompañe,

ahora que estamos a solas

resignado, llórame.

     Echa de menos tu sueño

en el calor de mi pecho,

acurrucado en los brazos

que por siempre te brindé.

 

 

Ojos de Gata@2023.

 


2 comentarios:

  1. Triste, triste, triste, maese. Cuánto de esto hay en esta vida tan ingrata. Cuántas madres que sufren, cuánto dolor, cuánta desesperanza para al final morir sola y abandonada. 🥺

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