sábado, 23 de noviembre de 2019

Minutos de Vida (22)




El lunes, como cada día Rafael esperaba a que le abriesen la puerta del patio.
    .-pero que esperas ¿no ves que está lloviendo?
.- sí, pero a mí me da igual, seguro que en el banco no llueve
    .- claro, porque tú lo digas. Vamos pasa al comedor y te pongo la tele, pero bajita
.- no me gusta la tele
       .- anda, si estás todo el rato frente a ella
.- entonces hoy ¿no puedo salir al patio?
        .- mira te voy a preparar a ti un desayuno especial, pero te lo tienes que terminar antes de que baje el resto
.- ¿Cómo  de especial?
        .- entra y siéntate, ya verás
          ---- Reme entró en la cocina y puso a calentar la plancha ----
 Al momento se presentaron las dos en la mesa con un gran tazón de leche caliente y al lado una tostada bien untada con mantequilla y mermelada de melocotón.
       .- mira ¿a que tiene buena pinta?
.- sí, tiene que estar buenísima
       .- pues vamos, rapidito, que no quiero llevarme la bronca de la directora

         Con que cara de felicidad se comía la tostada, era el mejor desayuno que había comido nunca. Estaba tan calentita, blandita, que se deshacía en la boca.
    Antes de que llegasen los demás ya la había terminado y Reme se apresuró a quitar el plato de la mesa.
      .- a que te ha gustado
.- mucho
     .- pues ahora a sentarte al sillón y de esto que no se entere nadie
.- no se preocupe señora, no lo pienso contar a nadie

     Al momento se armó el barullo.
 --- Qué manía de hablar fuerte, ni que fueran sordos ---.
       A media mañana pasó Andrea a buscarlo.    Al ver que no estaba miró al patio por el cristal (vamos por mirar) y se fue hasta el gimnasio pensando que ya estaría allí.
   Abrió la puerta y al ver que no había nadie fue hasta el despacho de Laura.
      .- hola. ¿Has visto a Rafael?
            .-no, estará en el comedor esperando a que vayas a buscarlo
      .- en el comedor no está
             .- ¿y en el gimnasio?
        .- allí no hay nadie
             .- ¿y Arturo?
         .- ese sigue desaparecido
             .- no sé, lo mismo está en la habitación

       Las dos subieron juntas las escaleras y recorrieron el pasillo en el que solo se oía el canturrear de Mercedes mientras limpiaba las habitaciones.
        Al fondo, la puerta de  Rafael estaba entreabierta.     Se asomaron por la rendija y pudieron ver a Arturo sentado en la cama.         Frente a él, también sentado Rafael y entre los dos la locomotora de chapa.    Sin una palabra, solo la miraban esperando a que hablase, pero ella, no decía nada.
             Dieron media vuelta y con cuidado no se oyesen sus pasos regresaron a sus quehaceres sin interrumpir aquel encuentro que ninguna entendía tras la negativa de Arturo en la semana anterior a juntarse con Rafael.
      .- qué ¿recuerdas algo?
.- no. Sé lo que es, sé que es mía, pero no sé porqué
        .- no pasa nada.   No importa.   La dejaremos aquí en tu mesilla de noche y te servirá para adornar la habitación
.- incluso puedo jugar con ella
        .-pues sí, hasta para eso te puede servir.      ¿Te parece si bajamos a ver a estas dos brujas?
.- ¡no! Brujas no, que se enfadan

               Antes de llegar a la escalera, vieron a Andrea haciendo la cama de la primera habitación.
       .- hola Andrea
              .- ¿dónde os habéis metido esta mañana?
.- nada jugando con el tren, pero no habla
              .- Rafael, que los trenes no hablan
       .- eso me parecía a mí, pero este yo creo que al final aprende, a que sí
.- no sé, no sé
                .- pero ¿todo bien?
        .- sí, perfecto
              .- pues voy a seguir haciendo camas
.- adiós
       .- vamos para abajo
               .- luego os veo.

   Pasaron por la puerta del despacho de Laura y Arturo llamó con sus nudillos
        .- ¿se puede?
              .- pasar danzantes. Ya podía yo esperaros esta mañana
.- la culpa es de este (señalando con el dedo a Arturo)
       .- aquí la culpa siempre es del mismo
                 .- me ha desaparecido la máquina del tren ¿alguien sabe dónde está?
        --  Rafael se quedó callado despistando su mirada hacia la pared –
     .- ¿la has perdido?
         .- yo creo que alguien la ha cogido y como me entere de quien ha sido se va a enterar  -- moviendo su mano derecha con la palma hacia arriba ---
.- yo sé donde está, pero no la cogí (saltó como un escopetín)
      .- a que al final me llevo las culpas también yo
   --- Rafael giró el cuello con gesto de duda ---
.- ¿habéis oído?
       .- Qué
              .- yo no he oído nada
.- me voy, creo que me están llamando en el comedor
      Salió pasillo adelante, esa mañana tras la amenaza de Laura, parecían no pesarle las zapatillas
               .- que simpático. ¿Tú estás mejor?
    .- sí. Le he dejado el tren en la mesita para que lo tenga él
             .- me parece bien
       .- seguiremos con la tarea diaria
            .-  yo voy a rellenar estos papeles que los tengo que llevar a la junta y luego hablamos

      






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