Cuantas noches sin dormir.
Cuantos días de rodillas
rezando junto
a tu cama.
Cuantas horas trabajando,
para llevar a
la mesa
los más
sabrosos manjares.
Cuanto esfuerzo en mis riñones,
para pagar los
estudios
que luego
dejaste a medias.
Cuantas palabras tragadas
por no romper
tu ilusión.
Cuanto agachar la cabeza
por seguir
viendo a mis nietos
sin provocar discusión.
Tras llevarte en mis entrañas
nueve meses de
mi vida,
a la hora de
nacer
sola a tu lado
yo estuve.
Ahora en mi lecho de muerte
sola me
encuentro de nuevo.
Para acogerte en mis brazos
allá en lo
alto te espero.
Siempre logran emocionarme tus letras. Muy descriptivo de situaciones que a veces suceden. Hermoso. Felicitaciones
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