jueves, 8 de enero de 2015

Flamenco



      Cuerdas negras de guitarra
los dedos acariciaban.
    Palmas sordas y un cajón
al quejío acompañaban,
desde lo alto, la luz tenue,
el cortejo iluminaba.

     Bata de cola azabache
por el tablaó se desliza,
manos dibujan al viento
hechizo, que martiriza.

    Peineta negra calada
cubierta por largo velo,
deja imaginar un rostro
repleto de desconsuelo.

     Lagrimas por sus mejillas
rompen con rabia el silencio.
      El taconeo en las tablas
convierte su baile en fiero,
la guitarra se desboca
y el quejío; se hace lamento.

    Un grito desesperado
hace de nuevo el silencio,
porque le baila a su padre,
su padre, que ya está muerto.
    Gitana tenía que ser
pá tener aquel talento,
Su padre, hubo de morir...
pá darle vida al flamenco.

Imagen de la red


3 comentarios:

  1. Gracias Carlos. Al fin puedo ver tu blog. Intente varias veces y no respondía mi compu. Bueno, espero que te haya llegado mi comentario que termine dejándolo en FB en los mensaje para nuestra común amiga Dolores Maldonado. "Flamenco" es una preciosa poesía, pero ademas tiene la cualidad de perfilar en la imaginacion la imagen de la mujer andaluza con todos sus encantos, especialmente como alma del baile flamenco. Me gusto muchísimo. Un saludo.

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    1. Gracias Teodoro, en este blog, voy dejando cosas, esto es como el baul de los recuerdos, gracias,

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  2. Superior mezcla en la tragedia con el arte de de flamenco, nuy triste y superior a la vez que desearía escucharlo con el sonido de las castañas y los tacones.

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