domingo, 9 de junio de 2019

Disfraz




     Me disfracé de tigresa
para ocultar mi estatura
por no sentirme pequeña
entre personas de altura.
     Y me mantuve de pie
en la columna apoyada
mientras que todos sentados
oían a quien hablaba.

    Yo que esperaba un discurso
de relevante cultura.
   Vi como un hombre muy serio
leía punto por punto
lo que en un papel ponía.
    Sin entender el porqué
en los silencios pausados
junto con un sorbo de agua
el público le aplaudía.

    Al terminar el evento
llovían felicitaciones
con reverencia incluida.
    La gente se fue marchando,
la sala quedó vacía.
    Allí quedó el hombre solo
recogiendo los papeles
que sobre el atril había.

    Tras recorrer el pasillo
cuando a mi lado pasó
se le ocurrió preguntarme
que tal me había parecido.
   Yo le conteste que:  bueno.
      Pues siendo una simple gata
disfrazada de tigresa
para ocultar mi estatura,
esperaba de un león
siendo el rey de los felinos
un sermón de más altura.

      .- tan pendiente del disfraz
has estado tú, gatita,
que no has visto que sentados
tan solo había ratones.
Los señores con sombrero,
las señoras con tacones,
y les he contado un cuento
que les llene de ilusiones.
       Entraron siendo mendigos
y han salido, ricachones.















2 comentarios:

  1. Muy bien retratada una gran realidad. Te felicito.

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  2. Bien planteada una de las tantas ironías de la vida. America Santiago.

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