viernes, 14 de junio de 2019

Mentiras de Sangre




    Los fusiles descargados.
       Cananas de cuero viejo,
las botas y los sombreros
se ponen sobre la mesa.
    Las viudas de negro luto
los huérfanos asustados,
el pan metido en un saco
y el perro moviendo el rabo.

    Los muertos en una lista
que llena varios cuadernos.
      Los rencores y los odios
se meten en un cajón
con cerrojo y cerradura.
     Los cuerpos amontonados
esperan a que amanezca
para darles sepultura.

     Los generales triunfantes
desfilan por la avenida
entre vítores y aplausos
que han sido recomendados,
a los que han perdido todo
y a los que nada han ganado.

       Los soldados cabizbajos
regresan por los caminos
sin galones ni medallas
con uniformes roídos.
     Hombres que van de la mano
a recuperar su vida,
hoy vuelven a ser hermanos
y ayer eran enemigos.

     Para qué sirvió la guerra
que solo ha causado muerte,
hambre y desesperación.
    Los campos ensangrentados,
y el azadón en las manos
de quien siempre trabajó.
    Para qué sirvió, pregunto.
         Si los mismos que mandaban,
 saludan desde el balcón.





2 comentarios:

  1. Sabia Verdad Maestro cuantas veces los pueblos viven y reviven el fantasma de la guerra, la muerte, la desolación y una vez mas a olvidar, y otra vez el dolor. Gracias Maestro por recordar nos el dolor.

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