lunes, 6 de abril de 2020

PARCHÍS (04)




Arturo llegó a casa ya anochecido, tría en el antebrazo un mono azul doblado y una faja negra. Aunque la cena ya estaba puesta en la mesa no se sentó, les dio a cada una un beso y se marchó directo a la ducha.
-Berta.- ¿Qué tal? ¿Cansado?
-Arturo.- porfi, tráeme muda limpia y el pijama
-Berta.- ya voy
-Arturo.- pues la verdad es que sí, no hemos parado en todo el día
-Berta.- ¿y este mono?
-Arturo.- luego te explico
      Sara le explicaba al gato que papá viene cansado de trabajar y que tienen que hacer que esa, sea una cena tranquila para que descansase. Luego exclama:
       .- pobe papá.
      Nada más salir del cuarto de baño, aún con los pelos alborotados se acerca a la mesa y antes de sentarse pone al lado de Berta dos billetes de cincuenta.
-Arturo.- ya era hora, que viésemos un par de estos juntos; mañana ya puedes hacer la compra.
-Sara.- ¿y pá mí?
-Arturo.- para ti, seguro que mamá mañana te compra algo rico.
-Berta.- ahora a cenar
         Las alitas de pollo con tomate, estaban deliciosas; a los tres poco a poco se le iban dibujando unos labios más rojos y más grandes; se miraban entre si y se reían de los berretes, lo de limpiarse era lo de menos, si con ello pasaban un rato de broma.  Pero alguien no estaba manchado.   Sara untó sus dedos en la salsa y pintó el morro de Parchís.
-Berta.- pobrecito, no le hagas eso
      ---- Él sacaba la lengua para relamerse -----
-Sara.- ¡uy!  Le guta
-Arturo.- pero no se lo hagas más, que es muy pequeño y eso le puede sentar mal y luego se pone malito.
   --- Sara cogió una servilleta y lo limpió rápidamente ---
-Sara.- tú solo miras, ¿vale?
  Ella esperaba una respuesta afirmativa. Parchís mirar, miraba; pero no le contestó. (Claro está).
-Berta.- oye, ¿y ese mono y la faja?
-Arturo.- se me había olvidado.    Es el uniforme. Mañana tengo que llevar los papeles y me da de alta como trabajador, tenía que coger a alguien más y quien mejor que yo, que ya ha visto como me desenvuelvo.
-Berta.- ¿entonces te pone a sueldo?
-Arturo.- no sé si a sueldo o por mudanzas, bueno el caso es entrar. Me imagino que ya tendrá gente fija y yo al principio pues estaré a lo que salga.
-Berta.- bueno, ya se verá
        En esto, el gato le estaba olisqueando las zapatillas, solo Sara se daba cuenta de lo que estaba sucediendo y cuando vio que una de ellas estaba más oscura de lo normal…  .--- Bueno, oto día que papá no come.
   Según la miraron, ella se limitó a señalar con el dedo hacia los pies.
-Arturo.-  jodío gato
       --- Las dos comenzaron a reír ---
-Berta.- ya sabe el sitio, yo que tú, me compraría otras.
-Sara.- noooo, que tae suete
      Tras el biberón pertinente, todos a dormir y a soñar con un mañana lleno de ilusiones.






2 comentarios: