domingo, 25 de mayo de 2014

Información (10) final


        Don Anselmo había comprendido exactamente las consecuencias que podrían acarrear un paso en falso.
              No tenía ni idea de quién podía ser aquel tipo francés que entregó aquel sobre, pero eso quería decir que la información estaba compartida con más gente y la visita de Gloría le preocupaba más que el ir a la cárcel.   Su tono de voz, no podía olvidarlo ni dormido, en sueños le hacían despertar sudando.
     Había demasiada gente importante implicada fuera de su control.   Él, sería la cabeza de turco, solo podía contar con la dilatación en el tiempo, el archivo de la causa por ausencia de pruebas o la falta de interés por parte de todos a que saliese la mierda que había bajo las alfombras de muchos despachos.
 
      Un lunes sonaba el teléfono insistentemente a las siete de la mañana.   Gloría se levantó y recibió la fatal noticia: Matías estaba ingresado en estado crítico tras salirse de la carretera a consecuencia según testigos de ser envestido por otro vehículo que se dio a la fuga inmediatamente.
      Cuando llegó al hospital, se encontró a su marido en coma. El pronóstico era de posible irreversibilidad debido a las lesiones producidas por un traumatismo en la cabeza.  Tan solo un milagro, podía devolverle la consciencia y caso de ser así, las secuelas posteriores podían ser  fatales.
        Gloria asumía lo que tenía que hacer, cumplir su promesa.  Lidia, con Berta quedaría bien atendida y orgullosa de su madre.
       Ya oscurecido, abandonó el hospital, después de pasarse el día entero mirando en silencio el cuerpo quieto de Matías tras el gran cristal que los separaba.
      En la salida, se topó de frente con un coche que la esperaba. Ante su mirada atónita, de la parte trasera bajó don Anselmo.
        .-señora, lo siento, pero le juro por mis hijos, que no he tenido nada que ver y que haré todo lo que esté en mi mano para que se esclarezca este desagradable incidente
    .-perdona, pero no tengo ganas de hablar y menos con tigo
         .-aparte de nuestras diferencias, por favor. Si algo pudiera hacer por ustedes en estos momentos, aquí tiene mi número de teléfono.
   .-a buenas horas mangas verdes
        No es que le hiciera mucha gracia encontrarse con ese individuo, pero por lo menos le quitó de la mente las prisas por cumplir lo que tenía previsto a primera hora del día siguiente.
    Día tras día, con la mirada borrosa esperaba a ver el mínimo movimiento de sus pestañas, o de una falange de los dedos de sus manos, pero ese momento nunca llegaba.
        Jorge, pidió unos días de permiso y volvió a casa, no podía fallarles en tan duro trance, intentando que Gloria, pasase algún tiempo en casa, aunque no llegó a lograr que se separase de aquella ventana.
       Cuando el reloj marcaba las nueve, se iba y cenaba en casa, para acostarse con su pequeña, despertarla a primera hora, vestirla, llevarla con Berta al cole y otra vez a esperar un imposible, con el que poder conciliar el sueño.
        A Lidia por el momento, le habían dicho que  papá estaba de viaje, un largo viaje de negocios. No sabía por qué, pero su pequeño perro Bol, se empeñaba en convencerla todos los días con gemidos, que tal vez no regresaría.
      Su estado físico y mental, se apreciaba cada vez más decrépito, pero nadie podía hacerle cambiar su rutina diaria.
     Se encontró un coche a pocos kilómetros del lugar del siniestro. Allí estaba despeñado en el fondo de un abrupto barranco. Coincidía con el color y modelo que algunos testigos presenciales habían descrito y a unos metros de él, se encontraba un cadáver.  El cuerpo del conductor, según el informe habría salido despedido debido a la cantidad de vueltas que había dado el vehículo y la posibilidad de que no llevase anclado el cinturón de seguridad; para qué complicarse más la vida.   Caso cerrado.
      Todo se hubiese quedado en agua de borrajas, a no ser porque la coincidencia quiso que el fiscal volviese a llamar a declarar a Matías para cotejar lugares, fechas y horas, con las de otros testigos, lo cual lo haría pieza principal de la acusación en el proceso.
     Esto hizo que el accidente saltase a los medios de comunicación.     Su relevancia en la instrucción del sumario, propició que alguien por el precio acordado, filtrase a la prensa el informe pericial y análisis forense del conductor hallado en el terraplén.
    Había detalles muy trascendentes que habían sido obviados extrañamente en la valoración policial.
   Según el perito, no se habían encontrado ningún tipo de  marcas como: frenadas, derrapes, giros bruscos de las ruedas de tracción. Lo que podía avalar la hipótesis que posiblemente el vehículo hubiese sido empujado al vacío desde el exterior.
      El cadáver, mostraba signos de violencia y marcas de haber intentado defenderse en alguna pelea. Pero lo extrañamente ocultado (sin saber porqué) era que las fracturas producidas en el accidente, todas eran postmortem, confirmaba claramente que el conductor ya estaba muerto antes de ser empujado dentro de su coche al abismo, lo que hizo que se reabriese el caso junto a otro paralelo por asesinato y un gran revuelo interno dentro del anatómico forense por parte de la fiscalía.
 
     Llegó el momento de la verdad, ese, en el que una doctora se te aproxima para pedirte que esa vida no se pierda en vano, que sus órganos pueden darles un futuro a otras personas que también tienen familia que está esperando un susurro de aliento y que en tu mano, tienes su esperanza con una simple decisión.
     Ya habían pasado tres meses, el monitor, con una persistente línea estrecha y recta, mostraba que no existía ningún tipo de onda cerebral.  Muy a su pesar, decidió acceder a que desconectasen las maquinas de su cuerpo, que antes, aprovechasen todos los órganos en buen estado y que pudiese descansar en paz.
     No; ni velatorios, ni misas, ni entierros, ni historias teatrales. Tras unos días, un trabajador de la funeraria, llevó a su casa una pequeña vasija de cerámica negra con asitas y tapa puntiaguda. El nombre y la fecha de color dorado y dentro sus cenizas.
        Pasó toda la noche sin poder pegar ojo a pesar del agotamiento acumulado en esos meses.      Antes de rayar el alba, puso sus pies en el frio suelo, se dirigió a la cocina y vertió todo el contenido de la oscura vasija sobre la encimera.
          Junto a las grises cenizas depositó la pistola, las copias en disco y un lápiz USB que contenía la caja de encima del armario.  Luego cubrió todo con el pañuelo de seda como señal de duelo para pensar que hacer.
     Marcó el número de teléfono de la tarjeta. Sonaba insistentemente sin que nadie descolgase una y otra vez, hasta que por fin:
      .- ¿quien llama a estas horas?
.-oye, tranquilito
      .- ¿quién coño eres?
.-soy Gloria, estoy frente a las cenizas de Matías, muy pronto las esparciremos junto a otras en algún lugar
     .-te dije que yo no tenía nada que ver
.-por eso vas a vivir para verlo y sufrirlo en tus carnes
     .- ¿eso es una amenaza a mi familia?
.- ¿amenaza? no. Que iluso eres, eso es una promesa
        Cortó la comunicación y se puso a recoger todo lo que poco antes había depositado en la encimera de la cocina.
 
      No quiso esperar a que nadie despertase.   Abrió su armario, después de arreglarse con sus mejores galas, se fue hasta la redacción del periódico y en el buzón, introdujo un sobre con una copia de la documentación a la atención del director (información exclusiva) para que así publicasen su contenido.
     Se acerco al juzgado y para no andar esperando a que abriesen, ni dar explicaciones, metió por debajo de la puerta otro sobre con contenido idéntico al anterior. Este para (entregar a fiscalía, URGENTE).
      En una cafetería modesta que se encontraba frente al domicilio de Anselmo, sentada junto a la ventana, tomaba serena, un café con leche calentito, esperando la salida de algún familiar de este. El primero en salir, sería el agraciado del premio prometido.
         De repente un gran revuelo de policía y un poco después una ambulancia llegaba con la sirena y luces encendidas a la entrada.   Su mente obsesionada y fría no prestaba ninguna importancia a lo que sucedía ni sus consecuencias. Más tarde o más temprano alguno aparecería y nada ni nadie se lo iba a impedir. 
     A los pocos minutos, la ambulancia se marchaba de vacío.     Un vecino entraba a la cafetería y comentaba con el camarero:
    .-  Vaya follón tenemos en el portal.     Cuando salía esta mañana a trabajar, mi hijo se ha encontrado a don Anselmo ahorcado, colgaba de la barandilla de la escalera con una cuerda al cuello, estaba suspendido en el hueco que queda de los peldaños al ascensor.
     Ya le han tomado declaración, pero ahora hay que esperar al juez para el levantamiento del cadáver.

      Gloria, alzó la mirada ante tal información, luego se acerco lentamente a la barra, pagó el café, salió a la puerta y allí se detuvo un segundo mirando hacia el portal:
    .-es lo único digno que has hecho en la vida, doy por saldada nuestra deuda
      Miró al cielo, dio media vuelta y regresó a casa.
       Se ataron los cabos por lógica, sin preocuparse de contrastar esa información con las imágenes grabadas por las cámaras de seguridad del exterior.
     Las noticias no se hicieron esperar: El subdelegado antes de quitarse la vida, habría optado por entregar toda la información digitalizada en el periódico y en el juzgado.

        Gloria, compraría otra furgoneta nueva y se haría cargo del negocio desde ese momento para seguir con la labor que había comenzado Matías

F I N 

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