martes, 24 de julio de 2018

Ahora






     Ahora sería un buen momento. Ahora que aún mis sentidos siguen activos y mi mente está lúcida. Ahora que me quedan ideas que dibujar en el aire y palabras con que construir unos versos en el abismo.
  Ahora ebrio de facultades sería un buen momento para saltar la barandilla y abandonar todo a su libre albedrío. Los ojos bien abiertos para no perder ningún detalle.
Sentir el pecho desnudo cortando el viento, hasta llegar a alcanzar la máxima velocidad, antes de la colisión.
 – frenazo brusco donde las dimensiones se amalgaman –
  Unos segundos o más. Quién sabe, de residuo neuronal. Suficiente para considerar  las sensaciones agolpadas sin perder el tiempo en decisiones probables o posibilidades que ya no existen.
      Unos minutos en que los sentidos adormecidos dejan paso al hálito que observa el estropicio realizado y luego alza su vista para recordar el camino recorrido hasta el suelo desde otra perspectiva.

      El resto, es lo que queda después y lo único cierto:
   La multitud alrededor, los gritos sin sentido, las sirenas que siempre llegan tarde, las cábalas que cada uno hace del porqué de lo acontecido, las verdades inventadas y las falsedades mal intencionadas.
        Y al final, qué más da.   Nadie descifrará el jeroglífico dibujado en el aire.    Nadie escuchará la declamación de los últimos versos escritos en el abismo.

              Ahora sería un buen momento, pero la cobardía me impide jugar todo a una sola carta y la locura no me garantiza la certeza de los acontecimientos que pueden estar por llegar.

Entiendan que ahora, en estos momentos de mi vida, me deje influenciar por la pereza y ni tan siquiera lo intente.
       La valentía la dejé hace tiempo cogida de la mano de mi cordura, reposando bajo las gotas de lluvia, junto a la verja que delimita la calzada.




Imagen de la red

2 comentarios:

  1. Cuando se tiene gran sensibilidad duele hasta lo que leemos. Me entristeció este relato y dejemos que la vida siga adelante con su aventura y desventura atada a la cordura o lo que queda de ella. Un fuerte abrazo querido amigo Carlos. America Santiago.

    ResponderEliminar