miércoles, 15 de febrero de 2023

Gorras en el armario 012


 

Señora.- ya pueden pasar ustedes

            La consulta es tétrica, con muebles antiguos, muy señorial, a Laura le recuerda a aquel despacho oscuro de D. Matías, cuando empezó a trabajar allí.

Doctor.- buenas tardes, he visto el disco que me hicieron llegar con las pruebas y está bastante claro

Ernesto.- ¿y qué le parece?

Doctor.- está muy claro.  Berta, llévate un rato al niño a ver la tele mientras hablo con sus padres

Jaime.- y porqué

Doctor.- porque es una conversación de mayores

Laura.- perdone, pero si no le molesta a nosotros no nos molesta que esté aquí

Ernesto.- no pasa nada, Jaime vete con la señora un poco a ver la tele

      -Jaime se va de mala gana y Laura empieza a sentirse a disgusto en ese sitio-

 

Doctor.- he estado examinando las pruebas que le han realizado, he de decir que me han sorprendido por lo bien hechas y la ordenación correcta.    No suele ser lo habitual.

    Aquí en el hospital infantil donde trabajo, tenemos un buen equipo de profesionales médicos y asistenciales.

 El caso de su hijo no es de los más graves, pero eso no le quita complejidad.  Tendrá que someterse a un proceso de sesiones de quimioterapia, durante ese tiempo no es aconsejable que le dé mucho la luz solar, lo más seguro perderá el cabello y eso conlleva cierto deterioro a nivel emocional en los pequeños, aparte de  perder muchos días de clases.

        Hay quienes se alquilan aquí una habitación en una pensión, pero yo les doy la opción de que su niño quede interno en el colegio que hay cerca del hospital.     Es un centro regentado por las hermanas de la caridad, tienen un buen nivel educacional y no son caras mensualidades.

       Por su puesto ustedes podrían visitarlo siempre que quisieran.

Laura.- yo prefiero que siga yendo a su colegio

Doctor.- y yo lo entiendo.       Pero estaría mucho más tiempo ingresado en el hospital, sus gastos podrían ser excesivos, además los niños no están acostumbrados a ver a otro niño enfermo de esta índole en clase. 

      Lo pasará mal y más en una ciudad pequeña, donde estos casos no están dentro de la normalidad cotidiana.

Ernesto.- tendremos que pensarlo, es una decisión muy dura

Doctor.- una pregunta  ¿cómo fue que descubrieron su enfermedad?

Ernesto.- fuimos a urgencias porque tenía fiebre alta  y coincidió que estaba de guardia un médico del equipo del doctor Hernández  y enseguida empezaron a hacerle pruebas

Doctor.- cuando lo decidan me llaman, yo iré redactando un informe completo con mis conclusiones para entregar en la dirección del hospital y a la superiora del colegio.

Laura.- pero las conclusiones ya las tiene ahí en el disco en un archivo, según nos dijo el doctor Hernández.

Doctor.- pues no me he fijado

  -encendió el ordenador, metió el disco en la disquetera y revisó su contenido-

Doctor.- pues sí, aquí está un archivo de conclusiones previas, normalmente esto no suele venir.

     Esperen un poco en la sala de espera y ya les aviso, cuando termine de leerlas

Laura.- ¿y mi hijo? ¿Por qué no podemos ir con él?

Doctor.- ¡Berta! Lleva al niño a la sala de espera

 

           El gesto de los padres no era nada agradable.

 Ese doctor sabrá mucho de su especialidad pero no de personas.

Jaime.- ¿Qué os ha dicho?

Laura.- un montón de tonterías

Ernesto.- bueno Laura

Laura.- pero ese se cree que vamos a dejar a nuestro hijo interno, vamos,  aunque no tuviese para comer

Jaime.- ¿interno? Yo no me quiero quedar interno

Ernesto.- no te preocupes que eso no va a pasar.

Jaime.- a mí no me ha caído bien

Laura.- ni a mí tampoco

Ernesto.- a ver si nos vuelve a llamar y nos vamos de aquí y ya está

Jaime.- no teníamos que haber venido, encima a gastar dinero a lo tonto

Laura.- mira que tarda para leer cuatro cosas

-Ya estaban aburridos de esperar-

Doctor.- pasen

 Laura.- pasa tú mejor que yo me quedo aquí con Jaime, porque me voy a encender y la voy a liar al final

Doctor.- pasen, pasen los tres un momento

Laura.- vamos Jaime, a ver que nos cuenta

Doctor.- este informe está hecho a la perfección y no me extraña;      lo firma uno de los mejores especialistas que hay en oncología infantil.

Jaime.- pues claro, el doctor Jesús

Doctor.- rectifico todos esos los consejos que les he dado anteriormente.       En su hospital no tendrán los avances que aquí, pero están en las mejores manos y si él lo viese necesario derivaría al paciente allí donde hiciera falta

Ernesto.- ¿pero tan bueno es?

Doctor.- Cualquier hospital incluido en el que yo trabajo querrían tenerlo en su plantilla, pero mira, él ha decidido quedarse allí.

    Lo que no entiendo, es por qué los ha enviado aquí

Ernesto.- nos dijo que buscásemos más opiniones para estar más tranquilos

Doctor.- no cambiará nunca, pueden buscar opiniones, pero yo no lo haría.  Solo tienen que hacerle caso en lo que les diga y tengan por seguro que no les va a dejar de la mano.

Ernesto.- pues muchas gracias;  díganos que le debemos que si no salimos ya, al final perdemos el tren de vuelta

Doctor.- la mitad de lo que habíamos hablado.   La otra mitad para los gastos y cuando vean al doctor Hernández le dan recuerdos míos y le dicen que estoy muy orgulloso de haber sido su profesor en la facultad.

Jaime.- te lo dije papá, el doctor Jesús es el mejor

Doctor.- sí que lo es pequeño, sí que lo es.

   -En el viaje de vuelta, los tres dormidos en aquel vagón, con su cara resplandeciente con gesto alegre y confiado-

        --- En ningún sitio mejor que en casa---.



 


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