domingo, 26 de febrero de 2023

Gorras en el armario 017

 

 

  El lunes por la tarde junto con sus amigas, les contaba que al día siguiente otra vez faltaría a clase porque ya empezaba el tratamiento.  Solo ellas en todo el colegio sabían lo que tenia y lo tenían bien callado para evitar burlas de los demás; que no empezasen a decir que por eso nunca jugaba con los demás a juegos de chicos.

 Inma.- pero ya verás como todo va a salir bien

Jaime.- no, si no tengo miedo

Adry.- ¿ni un poquito?

Jaime.- bueno, la verdad es que bastante

Inma.- pues ahora en vez de dos vueltas corriendo, vamos a tener que empezar a dar tres

Jaime.- calla, que me dijo el doctor Jesús, que voy a tener que ir al gimnasio

Inma.- hala que guay, yo quería ir a uno que han puesto cerca de mi casa pero mi madre y mi abuela dicen que eso es de chicos

Adry.- pues vaya tontería

Jaime.- tu abuela, de todas formas, es más rara

Adry.- ¿y tu abuela como es de rara?

Jaime.- no sé yo, puede ser que más

Adry.- mi abuela era muy buena, siempre estaba sentada en una butaca con ruedas leyendo libros y me gustaba sentarme en el suelo a oírla leer en voz alta

Inma.- ¿hace mucho?

Adry.- sí, yo era pequeña, pero cuando cierro los ojos por la noche en la cama, aún puedo oír su voz

Jaime.- mirar, esto es un secreto entre mi abuelo Pedro y yo, pero vosotras lo podéis saber.     Es una piedra que él cogió de pequeño en el río y la ha llevado en el bolsillo hasta anteayer que me la dio para que me de suerte

Adry.- ¿pero eso puede ser?

Inma.- claro, es un amuleto; guárdala bien y te traerá mucha suerte, seguro

Adry.- a mí también me gustará tener algo de mi abuela

Inma.- bueno tienes a tu abuelo y es muy majo

Jaime.- ¿sabéis de lo que más tengo miedo?

Inma.- ¿de qué?

Jaime.- de qué cuando se enteren de mi enfermedad, no os dejen jugar conmigo

Adry.- tú eres tonto, eso no va a pasar, es más hoy se lo voy a decir a mi abuelo para que veas que no pasa nada

Jaime.- no, no le digas nada aún

Inma.- mi abuela, no sé yo, pero mira, se ponga como se ponga no nos va a separar a los tres, seguiremos las dos a tú lado siempre

Jaime.- y… si se me cae el pelo, no os va a dar vergüenza estar conmigo

Inma.- tú eres tonto ¿por qué se te va a caer?

Jaime.- porque puede pasar y lo más seguro…

Adry.- pues vaya tontería ¿y si mañana me rompo yo una pierna?

Inma.- pues nos toca llevarte en brazos, ja, ja, ja,

Jaime.- jolín, no es para reírse, no es lo mismo

Inma.- pues yo creo que eso tampoco no es tan grave, lo más importante es que te cures y el pelo ya crecerá

Adry.- también te podemos regalar una gorra

Inma.- le decimos a tu abuelo que nos deje la boina

Adry.- pues también  ¿se la pido a ver cómo te queda?

Jaime.- mira que te deje a ti la cachaba cuando te partas la pierna

Inma.- mira ya estáis arreglados los dos

 

-Laura los mira desde el árbol pendiente de su conversación y se ríe de la inocencia que los invade-

Laura.- vamos que ya es hora de empezar a dar vueltas corriendo

Adry.-  hoy vamos a dar tres

Inma.- o cuatro

Laura.- ¿no van a ser muchas?

Jaime.- bueno tres

Laura.- vamos, pero como las liebres, que hay tardes qué vais a paso de tortuga

Inma.- pues corremos mucho

Laura.- a que me pongo yo y os gano

Adry.- a ver valiente

Laura.- os vais a enterar

Jaime.- que no mamá, tú sigue leyendo

 

-Tras tres vueltas ya están cansados-

Inma.- no puedo más

Jaime.- yo creo que nos teníamos que sentar ya

Adry.- yo creía que no llegaba

Laura.- qué ¿y la cuarta?  La dejamos para mañana

Inma.- es que el parque es muy grande

Adry.- me pesa todo el cuerpo, tengo que sentarme ¡ya!

 

-         Los abuelos y abuelas ya empezaban a reclamar la presencia de todos para marchar a casa-

Laura.- levantar del suelo que ya os tenéis que ir

Adry.- ¿me dejas que te de un beso para darte suerte?
Inma.- y yo también

Jaime.- bueno

-         Las dos se abrazaron a él, besando cada una en una mejilla.  Jaime quieto, todo colorado-

Jaime.- muchas gracias amigas

Inma.- hasta mañana

Adry.- por la tarde al salir nos vemos aquí ¿vale?

Laura.- tranquilas, que aquí estará, adiós pequeñas

Jaime.- hasta mañana

 

-         Laura tenía que ir a hacer unas compras antes de que cerrasen. Quería hacer para comer unos filetes rusos;  así los pondría con ajo y perejil por la noche, para al día siguiente a la hora de comer solo tener que pasarlos por la sartén. No sabía cuánto iban a tardar en el hospital.

-         Hoy los deberes puede que quedasen sin hacer, no tenía ninguna gana de sacar los cuadernos y los libros, estaba agotada y no había hecho nada.

Jaime.- mamá ¿y si vamos hasta la tienda a ver a papá?

Laura.- pues mira sí y lo esperamos a que salga y así ya venimos juntos

-         Se escondieron a un lado de la puerta y tiraron una moneda al suelo dentro de la tienda. Cuando salió Ernesto para ver que había sido ese ruido:

Jaime.- ¡sorpresa!

Ernesto.- ¿pero qué hacéis aquí?

Laura.- a esperarte

Ramón.- pero que sorpresa ver a esta gente por aquí

Laura.- ya ve, hoy hemos venido a buscarlo

Ramón.- recoge lo que veas por ahí e iros de paseo los tres esta tarde

Ernesto.- me queda el colocar cuatro cosas que llegaron esta mañana y cómo ha habido gente, pues quedó para más tarde

Ramón.- pequeño, vete a ayudar a tu padre y tú Laura entra a sentarte a mi despacho

Laura.- si da igual, espero aquí en la puerta

Ramón.- que te he dicho que entres

-         Entraron al despacho y el jefe cerró la puerta-

Ramón.- ¿Te apetece un café? Tengo aquí esta cafetera siempre caliente, yo es el único vicio que tengo

Laura.- no gracias, que luego no duermo

Ramón.- ¿cómo va lo del chaval? Ya me ha dicho que mañana no viene que empieza con la quimio

Laura.- pues va, que quiere que le diga, es un trago que uno no sabe como digerirlo

Ramón.- mi hermano también pasó por ella y se pasa mal, para que te voy a engañar, pero mira por suerte lo cogieron a tiempo y lo sigue contando

Laura.- sí, lo importante es contarlo, hay algunos que no lo cuentan

Ramón.- pero bueno, esto se ha descubierto muy pronto y en un tiempo pues a seguir con todo como si casi no hubiese pasado

Laura.- intentaremos que falte al trabajo los menos días posibles, por lo menos lo van a tratar aquí y evitaremos ir de viaje cada cuatro días

Ramón.- que falte los días que tenga que faltar, que son muchos años lo que lleva con nosotros.

      Todavía me acuerdo el día que entró a pedir trabajo, aún no erais ni novios. Le dije que doblase una camisa y se me quedó mirando sin mover ni una mano,  luego se dio la vuelta y antes de llegar a la puerta, no sé, me hizo tanta gracia que le dije que volviese y estuve con él dos horas hasta que fue capaz de doblarla malamente.

Laura.- quién le iba a decir a él que este sería su trabajo tantos años

Ramón.- yo también pensaba que al poco tiempo se iría, antes era así, la gente no quería estar detrás de un mostrador aguantando a los clientes. Y hay que aguantar mucho algunas veces

Laura.- ya ve como son las cosas, el mundo da tantas vueltas, que nunca se sabe

Ramón.- hay jefes que no saben valorar a la gente que siempre está al pie del cañón, pero te aseguro que ese no es mi caso, no digo que sea como un hijo, te mentiría, pero sí que le tengo mucho aprecio

Laura.- no se preocupe que faltará lo menos posible

Ramón.- eso no hace falta que me lo jures, ya lo sé yo.

 

Jaime.-  ¡mamá! Que ya

Laura.- ya voy

   - salieron del despacho  para encontrarse con Ernesto-

Ramón.- feliz paseo pareja y media

Ernesto.- hasta mañana

Ramón.- mañana no te quiero ver en todo el día

Laura.- muchas gracias

Jaime.- adiós D. Ramón

 

 


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