jueves, 10 de octubre de 2013

Trenzas doradas cap.7

   Excepto de cinco a siete como habían convenido todo era una balsa de aceite.  En casa se organizaron para coger todos incluida Julia. Nadie parecía tener casa. A Héctor le habían dado quince días de permiso en el trabajo.  El bar del pueblo y la zapatería cerrados por vacaciones.  Amparo, por fin había convencido a Ernesto para que contratase a un joven que se encargase de la granja esos días.  Solo quedaban dos días para que saliese de cuentas.  El rostro de Satur esa mañana reflejaba cierta preocupación al observar el monitor, pero permanecía en silencio dando vueltas por la habitación y volviendo a mirarlo con fijación cada vez que pasaba junto a él.
.- ¿Qué pasa ahora Satur?
         .-nada
.- ¿Cómo que nada? ¿Crees que soy tonta?
         .-no sé, es como si estuvieses a punto de dar a luz
.-yo no noto nada extraño
    .- ¿pero hay algún problema?
        .-Héctor, la verdad, no tengo ni idea
   Satur, cogió el telefonillo.-enfermera preparen el paritorio para una cesárea y ténganlo preparado las veinticuatro horas del día por si me hiciese falta
         .-a partir de ahora cualquier cosa que notes aunque te parezca insignificante dale a este botón, es mi busca, yo estaré en todo momento en el hospital
   .- ¿tan grave es?
      .-seguro que no es nada, pero como os dije, esta niña ya es algo personal y todo va a salir bien si o si
.-gracias, sabemos que no somos unos pacientes más de la clínica
        .-por supuesto que no, sois mis amigos, como de mi familia
    .-ya lo sabemos marcha tranquilo, al mínimo cambio te llamamos
     Héctor miraba el monitor como si supiese interpretar el contenido que mostraba.
.- ¿pero qué miras?
    .-no sé, esto
.- ¿y qué te cuenta?
    .-me ha dicho que no me preocupe, todo está perfecto
.-pues quién lo diría. Pulsa el botón que estoy rompiendo aguas
    .- ¿ya?
.-si, deja de dar vueltas y pulsa el botón
     Satur, no había llegado ni a la escalera, por lo que se presento en un instante en la habitación.
         .- ¿qué pasa?
.-nada que estoy a punto de caramelo
         .-déjame ver. Héctor siéntate y no estorbes
.-oye, que parece que quiere salir ya
         .- ¿pero no has tenido contracciones?
.-empiezo a notarlas ahora
         .-pues estás dilatando a toda velocidad. Llama a las enfermeras, ni la muevo de aquí.  Vamos levanta y haz algo
    Héctor, fue al cuarto de enfermería a avisar. Solo dijo:
     .- rápido, rápido, a la habitación 205
      La cara de susto que llevaba les hizo salir a la carrera.
                .-Tranquila Ángela, ya estamos aquí
           .-con tranquilidad, traerme unas toallas que ya está aquí la pequeña.   A la de tres empuja con todas tus fuerzas que esta tiene prisa por salir.  Una, dos y vamos
       Ángela, se agarró con los dos brazos al somier de la cama, aguanto la respiración y empujó con tal fuerza que la niña salió al primer intento. No soltó sus brazos de los barrotes hasta que oyó llorar a la pequeña Clara.
           .-ya está, aquí la tienes
      .- ¿Que ha pasado? ¿Dónde está? ¿Qué hago?
.-eso digo yo ¿dónde estabas?
     .-mirando habitación por habitación buscándote
         .-lo siento, te lo has perdido, pero eso no importa, las dos están perfectamente
.-toma cógela y dale calorcito. Y no me llores papá
         .-no andéis cambiando la ropa, lavarla bien y nada, directamente traer otra cama limpia de cualquier habitación
.-Satur, por favor llama a mi casa y dales la noticia, que este si llama es capaz de asustar a toda la familia
           .-ahora mismo me encargo yo.  Eh, que la vas a desgastar de tanto mirarla
     .-es tan guapa, se parece a su madre a que sí
.-gracias cariño, no esperaba menos de ti
            .-ahora cuando te laven aprovecha para descansar  un ratito. Dentro de una hora se te va a llenar la habitación de gente.  De todas formas tomaré un café antes de llamar para darte tiempo
      .-si mejor, cuando lleguen estas me puedo despedir de la niña.  Aprovecharé para contarle todo lo que tiene que saber
 .-o sea que va a hablarle mal de toda la familia
              .-eso me imaginaba yo. a descansar a la tarde doy una vuelta
.-y díselo a Luis
               .-por supuesto, en dos minutos seguro que está aquí
     .-perdona por no haber estado con tigo
.-ha sido todo tan rápido, si casi no estoy ni yo
      .-pobre, ¿te ha dolido mucho?
.-la verdad es que ni me he enterado del dolor, me molesta más ahora que en ese momento
      .-gracias por este regalo tan precioso
     Las auxiliares la lavaron minuciosamente, trajeron otra cama como dijo Satur y limpiaron la habitación. Al fin en compañía de su pequeña dormida en los brazos de su padre. En silencio absoluto, solo unas sutiles y expresivas miradas se movían en la penumbra solitaria de aquella estancia.
    toc, toc,  --en voz muy baja .- perdonar que os moleste
.-pasa Luis
                 .-vengo a ver a esa niña y a saber cómo están sus padres
     .-mira que cosa más bonita
                  .-ya lo creo que sí. ¿Y los padres como están?
.-cansada, ahora estoy cansada
                  .- ¿y de ánimos?
.-como una rosa
      .-si solo hay que verla.  Perece que hasta ha rejuvenecido unos años
.- ¿no me estarás llamando vieja?
     .- ¿ves? está bien, sigue refunfuñando. Eso es un buen síntoma
              .-de todas formas os tendremos aquí unos días en observación tanto a la niña como a ti
.- a mí ya me da lo mismo, aunque en verdad estoy deseando perder este sitio de vista
               .-y lo entiendo, pero mejor hacer las cosas bien.   Ahora a descansar
.-gracias por venir
    .-hasta luego Luis.  Cierra la puerta sin hacer ruido
                .-adiós pareja, bueno trío
      No había pasado ni un cuarto de hora desde la llamada de Satur. el ruido del taconeo rápido en el pasillo retumbaba en toda la planta. Gracias a dios, no había ingresada ninguna paciente de gravedad en aquellos momentos, lo que no impidió el que la enfermera saliese a rogar se  amortiguasen un poco la voz y las pisadas. La alegría de unos, no tiene porque interrumpir el descanso de todos.
       Antes de que abriesen la puerta, Héctor puso a Clara en brazos de Ángela.
    .- lo siento mi amor, pero me bajo a la cafetería un ratito porque me voy a encender y prefiero que tengamos la fiesta en paz
.-si mejor y come algo
     Todos entraron en tromba a ver a la criatura.  Solo Ernesto esperó a que entrasen todos para darle un fuerte abrazo, de padre a hijo con lágrimas de emoción en los ojos.
        .-hijo, ya eres padre
   .-padre ya eres abuelo
        .-enhorabuena
   .-voy a la cafetería a comer algo
        .-te acompaño, de todas formas ahora no voy a poder ni ver a la niña ni a la madre
    .-ay abuelo, que feliz soy
         .-y yo, y yo. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario