sábado, 14 de julio de 2018

Ganga





    Bailando un bolero con el diablo,
abracé con fuerza su cintura,
y su boca me brindó tanta dulzura,
que la sangre hizo reventar mis labios.


     Uñas largas y afiladas
que mi cuerpo recorrían
y en la espalda se clavaban
haciendo llorar heridas.

     Cicatrices en el pecho
suturas de hierro y fuego
para ocultar el vacío,
del amor que ha marchitado
del corazón que se ha ido.


     Las entrañas tengo a saldo
quién me las quiere comprar,
cuánto pagan por mis besos
cuánto por mi voluntad.
     Barata tengo la vida
y les regalo la muerte.
    Les permito usar mi alma,
prestada dejo mi suerte.

                 No lo piensen demasiado.
      No juzguen por mi apariencia.
La ganga es solo un momento,
antes de que me arrepienta.



Ojos de Gata








1 comentario:

  1. Demasiado salvaje bailar un bolero así jajajjajaja...Hermosa tu poesía querido amigo, aunque yo opto por un bolero tradicional, sin que nadie salga maltrecho jajajja. Un beso Carlos. America Santiago.

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