Alegre, cantando va
por la calle
de la vega.
Lleva zapatillas viejas,
falda de
segundas mano
heredada de su
hermana,
una camisa sin
cuello
y chaquetilla
de lana,
un cántaro en
la cabeza
que ha de
llenar de agua.
El delantal recogido
doblado hacia la
cintura.
Los brazos puestos en jarra
dibujando las
hechuras,
y la cara
colorada
igual que
fruta madura.
Manceba que va creciendo,
es moza que no
casada.
Aun le quedan muchos años
para que
llegue el amor,
los
encuentros con muñecas
hace tiempo
que olvidó
con prisa en
necesidad
pronto el
trabajo llegó.
De niña a mujer pasó
sin saber de
adolescencia
el tiempo de
pubescencia
en un limbo se
perdió.
Ojos de Gata@2024.
Me ha encantado, es tan ligero y verdadero como un romance. Felicidades
ResponderEliminarLindo y delicado.Gracias
ResponderEliminarRomancero de los que me gustan. Besiños maese.
ResponderEliminarMuy sensibles , emotivas letras. Felicitaciones
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