No soy raro. Soy diferente tal vez
o tal vez no.
Todo depende de quién esté enfrente; cuestión
de sensibilidades y percepciones de lo que nos rodea. Todo es relativo con los ojos vendados aun
estando en la oscu-ridad. Todo es diferente cuando un abrazo se da con
el pensamiento.
El entendimiento no solo es cuestión de fe,
los pasos no son solo huellas, más bien es un avanzar a un posible encuentro. Por mucho que creamos que el giro de nues-tras
agujas está en sentido inverso, llegaremos a unirnos en algún momento, aunque
sea frágil y efímero, aunque no queramos darnos cuenta, al final nos cruzaremos
en el camino.
No voltees la cabeza; no hace falta que desvíes
la mirada fingiendo que no te percatas de mi presencia.
La falta de sensibilidad no te hace más ausente;
no estás porque no quieres o no te atreves a ver la realidad.
Mañana,
pasado, no sé, tal vez pronto o tal vez tarde.
Quizás demasiado tarde. Abras
los ojos y ya no me verás, no tendrás que preocuparte de que me cruce en tu
caminar y entonces me echarás de menos y mirarás a tu alrededor buscando; pero no estaré.
Pensarás que eres raro,
diferente tal vez, o tal vez NO.
Carlos Torrijos
C.a.r.l. (España)
Somos muchos los raros y tal vez tenemos un tesoro escondido del que jamás se darán cuenta. La unicidad en la otredad.
ResponderEliminarRaros son los otros. Te felicito era lo que hoy necesitaba en mi vida. Gran escrito
ResponderEliminarTodos en el universo somos raros, locos seguidores de un orden y una tradición. Que tal si colocamos la cabeza al revés...¿Qué pasará?
ResponderEliminarYo pienso de esta forma, los raros son los otros.
ResponderEliminarQue raros nos sentimos, cuando no nos quieren ver.
ResponderEliminarBendita diferencia. El que no lo aprecie no merece un pensamiento. Cierto que cuando no encajamos nos solemos culpar por ello. En muchos casos los equivocados son los demás, los que no nos quieren ver. Estupenda reflexión la tuya. Necesitaba leer esto hoy.
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