Una familia en tu patria
mendiga un
cacho de pan,
mientras pienses
en voz alta
jamás lo recibirán.
Si no pensáis como yo
no tienes
derecho a hablar,
si tus labios
se pronuncian
o tu pluma
hace un escrito,
la muerte
será tu premio
considerado
delito
Pone rumbo al horizonte
con su
barca a la deriva
como perro
vagabundo,
donde de un
hilo no penda
la suerte
de su linaje,
en busca de
un muevo mundo.
El sol azota los lomos,
El agua
potable ausente,
Las heces
como alimento,
Una gota de
sudor
Se aproxima
hasta sus labios
Intentando darle
aliento.
La punta de la navaja
raya a raya
cada día
deja versos
en las tablas
de esa
balsa mal herida,
queriendo
dejar constancia
de la tragedia
vivida.
De todos los que partieron
solo diez,
quedan a flote,
tierra a la
vista gritaron
aquellos conquistadores,
un auxilio
en la mirada
muestran estos
navegantes,
al ver una embarcación
de policías
vigilantes.
La tierra soñada al fin
esa tierra
que no existe,
el color te
diferencia,
tu lengua,
nadie la entiende,
tras una
verja de alambre
ocultan vuestro
destierro,
aquí no
sois bien venidos
llegáis a
robar comida
a los que
en ella nacieron.
Sin patria, sin abolengo,
sin nombre,
sin apellidos,
solo un número
que consta
en cuaderno
desteñido.
Por fin, cerraron su boca,
ellos, callaron
su voz.
política al
fin y al cabo.
Las mareas
de la injusticia
hicieron llegar
su barca,
al sitio de
donde salen,
las armas... que allí los matan.
Un llamado a la conciencia con todo el gusto de la buena Poesía. Hermosísimo, C.A.R.L.
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