Esa noche, Luna se
cayó mientras corría y el dolor le hizo llorar.
-Tago
la cogió en sus fuertes brazos para llevarla-
Alynka.- a ver ¿qué te ha pasado?
Luna.- me duele mucho
Alynka.- pero por esto no se llora
Tago.- sí, se llora cuando duele
Alynka.- no, las únicas lágrimas
que se deben derramar son las de alegría, el resto no merece la pena
Tago.- de alegría se ríe, pero
no se llora
Alynca.- de alegría, de emoción,
de felicidad también se puede llorar. Yo
las llamo lágrimas blancas
Luna.- pero estas también son
blancas y son de dolor
Alynka.- puses entonces llámalas
lágrimas buenas
Luna.- y tú ¿has llorado alguna vez?
Alynka.- sí, pero hace ya mucho tiempo
A la
noche siguiente y tras haber comprobado que aquello no era más que un rasguño
de nada en la piel, se ataviaron para protegerse del frío y se adentraron en la
gruta que conducía al inframundo.
Descendieron y descendieron hasta llegar
abajo.
Como la última vez, los dos se apostaron en el
saliente de rodillas; Alynka tras quitarse la ropa se colocó en el hueco en
forma de aspa.
Alynca.- haced lo que os diga y prepararos
para llorar de emoción
Luna.- pero ¿nos va a doler?
Tago.- yo no quiero llorar
Alynka.- no seáis tontos, ya
veréis que bonito es llorar esas lágrimas
blancas
Les pidió que cogiesen cada uno una piedra y
la mantuviesen en su mano. Empezó a
agitar sus alas muy lentamente y cuando todo estuvo iluminado, mandó que
dejasen caer las piedras al vacío.
-Alýnka volteó el cuello para no perderse el espectáculo-
Cuando las piedras tocaron el agua del fondo,
esta empezó a hacer ondas circulares que no paraban hasta llegar a las orillas.
El reflejo de la luz sobre ellas, creaban formas
en las paredes con las que las raíces parecían bailar y todos los animales
corrían de un lado a otro, provocando sonidos como si fuera una melodía.
Tago y Luna, lloraron y
lloraron de emoción ante tal majestuosidad.
Tal
fue la belleza que los ojos de Alynca derramaron un par de lágrimas.
Estas
caían lentamente como plumas que flotaban en el aire y cuando tocaron el agua la
luz se intensificó.
El haz
verdoso recorrió la grieta hasta el exterior y siguió propagándose hasta el
universo.
Desde allí, los maestros y resto de ángeles
gozaron de su plenitud.
Luna.- ¿podemos repetirlo?
Alynka.- no hija, no hay que
molestar a los que viven en armonía
Tago.- ahora si me gusta llorar,
así sí
Regresaron a casa. Durante el camino Luna y Tago
no dejaban de hablar, estaban emocionados, repetían una y otra vez lo sentido
en ese momento y la emoción les hacía volver a derramar lágrimas blancas.
Alynka.- Bueno vale ya, que me vais hacer llorar a mí
Luna.- vamos, llora mamá
Alynka.- callar bobos y andadito
deprisa los dos
A partir de aquel día Tago y Luna, empezaron
a experimentar los sueños. De dormidos sentían estar viviendo cosas
distintas, cosas imposibles. Sus
cuerpos parecían vivir en las aventuras que Alynka les contaba y así pudieron
volar como aves surcando los cielos, nadar bajo las aguas con forma de pez y
alzar sus brazos al sol en forma de ramas y rodeaos de hojas sentir como sus manos
se abrían dando lugar a unas esplendorosas flores de mil formas y colores.
Se
sintieron lluvia y edificaron grandes arco iris, como blanca nieve descansaron
en la cumbre más alta, admirando la inmensidad hasta el horizonte en un bonito atardecer
de primavera.
Tago.- oye, ¿soñar es malo?
Luna.- es mentira
Tago.- pues a mí me parece verdad
Alynka.- no tiene por qué ser malo
Luna.- pero es mentira, solo es
un sueño
Alynka.- no lo sé. A ver, si cuando sueñas eres feliz, por qué
preocuparse si es verdad o mentira
Tago.- a mí me gustan los
sueños, pero…
Alynka.- pero qué
Tago.- Hay sueños que no me
gustan
Luna.- pero bueno como son
mentira, te desiertas de golpe y ya está
Alynka.- eso no son sueños
Tago.- entonces, ¿esos son
verdad? -con cara de susto-
Alynka.- eso son pesadillas
Tago.- Ah, pero no son verdad
Luna.- pues lo que yo digo
Alynka.- los sueños son ilusiones,
cosas que nos gustarían pero que no siempre están a nuestro alcance, entonces
aprovechamos ese tiempo dormidos para realizarlas, así sentirnos bien viviendo
en otros espacios, sintiendo esas sensaciones imposibles si no fuera gracias a
ellos
Tago.- pero yo hay sueños que no
me gustan
Alynka.- eso son las pesadillas, el gran reflejo de
nuestros temores; una representación del mal que llevamos en el
interior, Todas nuestras frustraciones aquello
que nunca queremos que pase y eso nos asusta
Tago.- pero yo nunca había
soñado hasta que os conocí
Alynca.- porque el conocer la
belleza del bien te hace reconocer la tristeza del mal, cuando en la balanza
hay dos platos uno siempre se inclina más que el otro, eso siempre es así
Tago.- me alegro de haber reconocido
el bien aunque no me agrada conocer el mal
Luna.- pero tú fuiste capaz de
gritar mi nombre desde lo alto de la tapia.
Tago.- sí, porque yo sabía que
irías a ayudarme
Alynka.- venga ahora a dormir y a
soñar cosas bonitas
Luna.- vale
Alynka.- ¿Cómo se dice?
Tago.- buenos días
Luna.- buenos días
Alynka.- buenos días y felices
sueños.
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