El sol se estaba ocultando, Tago
se asomó a la entrada cubierto con un
atuendo que le había hecho Alynka de un material brillante que le cubría de la
cabeza hasta los pies, con una especie de piedra oscura que cubría total su
rosto y no le dejaba ver nada.
Alynka.- ¿Dónde vas?
Tago.- me dijiste que con esto
podría ver el sol
Alynka.- espera aún no
Luna y Alynka, también se los pusieron; ese
atardecer sería la primera vez y alynka no quería que ninguno de ellos corriera
el más mínimo riesgo.
Alynka.- quedaros unos cuantos pasos tras de mí y
no se os ocurra acercaros hasta que yo os llame
Luna.- pero mamá
Tago.- obedece, ella solo quiere
protegernos
Luna.- ¡Bueno! - enfurruñada-
Alynka se fue acercando a la entrada; una vez en ella, metió sus dedos entre dos
losas creando una pequeña abertura.
Tras unos segundos abrió los
ojos para mirar el atardecer y comprobar que el cristal fuera lo suficiente
oscuro por la cantidad de capas puestas para no cegarla.
Alinka.- ya podéis venir, pero con
los ojos cerrados
Los dos se acercaron con
tanta decisión como miedo.
Alynka los puso frente a la abertura pero a
una distancia de precaución.
Alynca.- ahora poco a poco abrir
los ojos
A lo lejos, metiéndose en el
horizonte se veía una gran bola, una cosa parecida a la luna llena, esa, la que
Tago solo había visto en las noches en que el firmamento se llenaba de
nubarrones y torrentes ácidos les hacían esconderse.
Luna.- ¿y eso es el sol?
Tago.- me hace daño en los ojos
Alynka.- cierra los ojos y ábrelos
solo un poquito, muy poquito, día tras día te acostumbrarás. Ese día en que lo aguantes sin dolor, sin que
te moleste, esa noche estarás preparado para salir con nosotras en las noches
de luna llena
Tago, ¿puedo intentarlo otra
vez?
Alynka.- no, por hoy es
suficiente, poco a poco, vamos, los dos para dentro
Luna.-y yo ¿lo puedo mirar un poquito más?
-Tago se fue al interior
triste de no poder intentarlo otra vez-
Alynca.- Luna, vamos
Luna.- pero mamá
Alynka.- Tago es diferente, él no
puede y tú no quieres verlo triste verdad
Luna.- claro, hay que tener con
él un poco de simpatía
Alynka.- simpática ya eres, lo que
hay que tener es:
Em-pa-tí-a
Luna.- pues eso
Alynka.- no, no es lo mismo
Los tres se quitaron los trajes y tago aún
en su pesar, pudo darse cuenta que por él renunciaban a seguir viendo el sol.
Sentados, comiendo y
hablando, siempre Luna y tago, eran un torrente inmenso de preguntas que no
siempre Alynka sabía muy bien cómo responder.
Inventaba metáforas
con cosas ya conocidas para explicar lo inexplicable. Les intentaba hacer ver el ciclo de la
supervivencia, con las contradicciones que siempre provocaba el sacrificio de
un ser vivo bien sea animal o vegetal para que otro pudiera alimentase y poder
seguir el ciclo de la vida.
Tago entendió y les hizo entender que en su
pueblo también había algo bueno aunque carente de belleza.
- Las
dos callaban, mientras Tago les exponía su percepción de las cosas, tal y como
él las veía-
Tago.- hacer daño está mal. Entonces alimentarse de otro ser vivo de
cualquier tipo también está mal, porque es quitar una vida para que otra
sobreviva
Alynka.- pero eso en un ciclo
natural
Tago.- pero nosotros tenemos que
tener conciencia del bien y el mal
Luna.- claro porque nosotros
somos personas
Tago.- a eso voy. Mi pueblo no conoce la conciencia del bien
ni el mal, solo la supervivencia. Lo
útil vive y lo que no es útil se elimina
Alynka.- pero un ser enfermo se
puede curar. Nosotras lo hicimos contigo
Tago.- pero ellos no pueden
curar, no saben y si así fuese no habría alimento para todos, entonces sería
peor
Luna.-pero has podido ver que si
hay alimentos distintos, además nutren y
te ponen fuete
Alynka.- ya te entiendo y tienes
razón
Tago. ¿Tú me entiendes?
Luna.- pues yo no
Alynka.- prefiero que se lo
expliques tú Tago
Tago.- un momento que pienso
-se incorporó y dio varios paseos
alrededor de la “mesa”-
Tago.- ¿Qué hemos comido hoy?
Alynka.- a mi no me mires, esto es
una cosa entre vosotros dos
Luna.- pues lo de siempre,
animalitos y plantas
Tago.- hemos quitado la vida a
animales y plantas
Luna.- pues claro, pero
tendremos que comer
Tago.- mi pueblo utiliza las
piedras y el líquido que cae del cielo y no hace daño a ningún animal ni planta
Luna.- pero porque tu pueblo no
sabe donde están los animales y las plantas
Tago.- entonces prefiero que
nunca lo sepan
Luna.- pero solo con eso no
podrán sobrevivir, no podrán curar los enfermos; aquel
que no sea útil, será dejado a la luz
del sol.
Tago.- claro, pero cómo
compensar el bien y el mal
Alynka.- eso es imposible
Tago.- pero si no se conoce el
bien, no existe el mal y si no se conoce al mal, no existe el bien
Luna.- pero el bien y el mal,
existirán siempre aunque no los conozcamos
Tago. Existirán, pero la balanza
no se inclinará en ningún sentido
Alynka se levanto y se fue ella sola a pasear
bajo las estrellas por el desmantelado cementerio; mientras ellos dos seguían allí sentados
debatiendo sobre la línea que separa el bien del mal, quién marcaba esas líneas
y que línea de las marcadas era la correcta.
Porqué separar el universo
en dos, cuando el infinito es solo uno.
No hay comentarios:
Publicar un comentario