por ambos lados
pintado,
para crear la
ilusión,
dando zanjado el
pasado.
Por fuera, unas
cortinas,
pintaré llenas de
flores.
Resplandor de una
bombilla
que del techo
está colgada
alumbrando el
dormitorio
donde reinará la
noche.
Por dentro papel
de plata
simulando un gran
espejo
que nunca refleje
nada.
Unas estrellitas
negras
que me recuerden
el cielo
junto a una luna
callada.
Tres cerrojos en
la puerta
que me impidan la
salida.
Que nadie vaya a
buscarme
a nadie le pienso
abrir.
Que nadie me eche
de menos.
Que nadie, rece
por mí.
Cuando el moho y
la podredumbre
se adueñen de mi
camastro,
se corroerán las
letras
escritas en el
colchón.
La tinta será mi
sangre.
Los muelles de
acero, yo.
Osamenta que se
eleva
para abrir esa
ventana
pudiendo escapar
al fin.
Nada le queda
pendiente.
La puerta sigue
cerrada
a nadie, le quiso
abrir.
Alguien estaba allí.
ResponderEliminarEn mi solodad siempre hay alguien.
ResponderEliminarTal vez sea yo.
Un abrazo Reina.
"En ocasiones nosotros mismos ponemos cerrojos al corazón."
ResponderEliminarA veces, algunas veces.....
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