jueves, 2 de marzo de 2023

Gorras en el armario 019


 

          A primera hora estaban allí los tres, preguntaron al celador de la puerta;  este los acompañó hasta el sótano. 

  En aquel pasillo aún no había nadie, así que se sentaron a esperar.

    Al momento comenzaron a oírse pasos, un enfermero se acercó a ellos.

Enfermero.- No sé por qué, pero creo que tú eres Jaime

Laura.- sí hemos venido muy pronto

Enfermero.- el primer día suele pasar, tranquilo, ahora en un momento te llamo y empezamos

Ernesto.- parece simpático

Jaime.- y que alto es

Laura.- eso es porque come mucho, no como otro que yo me sé, que se va a quedar canijo por no comer

-         Al poco tiempo llegó una niña con su madre, que ya conocían de las consultas.

Amalia.- ¿tú también vienes a quimio?

Jaime.- sí es el primer día

Laura.-  ¿y esto tarda mucho?

Madre.- bastante, hoy puedo venir yo.  Normalmente ya viene ella sola, viene y va en ambulancia hasta el pueblo

Ernesto.- ¿pero ella sola?

Madre.- ya os acostumbrareis, bueno el vuestro es que es muy pequeño, Amelia ya tiene trece años.

-         Mientras, Jaime y Amalia hablaban a unos metros, en otra fila de bancos junto a la pared-

Amalia.- ya verás, son muy simpáticos, ahora empezará a llegar más gente, falta una niña, dos niños y una señora mayor que se ríe mucho con nosotros.

Jaime.- ¿duele mucho?

Amalia.- no, bueno a veces parece que quema, yo lo que estoy es muy cansada

Jaime.- ¿y el pelo? ¿Se cae al día siguiente?

Amalia.- no, poco a poco, pero no sé si te durará un mes

Jaime.- tú estás muy guapa con ese sombrero

Amalia.- a ti, seguro que te sienta bien una gorra

Jaime.- seguro que sí

Amalia.- mira ahí vienen Isabel, Lorenzo y Alejandro los tres vienen en la misma ambulancia

Jaime.- ¿y sus padres?

Amalia.- a ellos en el pueblo los recogen en casa y luego los vuelven a llevar

Isabel.-  hola, ¿tú eres nuevo?

Jaime.- sí, es la primera vez que vengo

Isabel.- mira, estos son Lorenzo y Alejandro, a Amalia ya veo que la conoces y yo soy Isabel

Jaime.- yo me llamo Jaime

Alejandro.- ya tenemos otro compañero

Lorenzo.- esto es como una gran familia, ya iras cogiendo confianza

Amalia.- es el más pequeño de todos, será como nuestro bebé

-           Las dos gorras y los dos sombreros contrastan con aquel pelo rubio y brillante.

-            Ya viene el enfermero riéndose por el pasillo mirando a ver a quién le toca hoy primero.

Enfermero.- vamos Isabel, que te pongo la vía

-         Al momento sale con la muñeca vendada  -

Isabel.-  pasa Alejandro, que te toca

Jaime.- ¿y esa venda?

Isabel.- mira no es nada, así ya por aquí nos sacan la sangre para la analítica y nos dejan puesta la vía para la medicación

Jaime.- ¿pero duele mucho?

Isabel.- que va, un pinchacito

Alejandro.- Vamos Jaime que te toca

-         Los padres están distraídos hablando con la madre de Amalia, así que se arma de valor y entra él solo.

-         Al momento sale todo orgulloso

Jaime.- la siguiente es… Amalia

-         Antes de sentarse con sus compañeros, va hasta donde están sus padres

Jaime.- mirar, ya me han puesto la vía y me han sacado la sangre para los análisis

Laura.- ¿y has entrado tú solo?

Jaime.- claro, todos entran solos.     Me voy a sentar con mis amigos

Ernesto.- vale, tira

-         Ya está entrando Lorenzo, cuando por el pasillo se aproxima una señora

Isabel.- Mira Jaime, esa señora es Paula

Amalia.- mira Paula tenemos un compañero nuevo que se llama Jaime

Paula.-  pero que bonico, si es muy chiquitín

Jaime.- no soy tan pequeño, he entrado yo solo

Paula.- verás que bien lo vamos a pasar

Lorenzo.- vamos Paula, que solo quedas tú; hoy te has dormido

Paula.- ya voy, que estaba saludando a Jaime

Alejandro.- ya verás que bien, ahora nos vamos todos a la cafetería a desayunar mientras suben los análisis.

     Tienes que traer dinero porque cada uno paga lo suyo

Isabel.- nos dejan ir porque va con nosotros Paula, hace de madre de todos

Jaime.- mi madre vendrá todos los días

Amalia.- pues mejor, así están más tranquilos

Jaime.- ¿hay que venir todos los días?

Lorenzo.- no, al principio es cada tres semanas y luego ya según cada uno

Jaime.- ¿Cuánto tiempo?

Lorenzo.- eso depende, a mí solo me queda de venir dos veces

Isabel.- no sé;  yo a la semana que viene ya empiezo lo más seguro a venir todas las semanas, pero creo que a otra cosa

-         Ya viene Paula voceando-

Paula.- ¡Vamos, a desayunar!

Enfermero.- así me gusta a mí, todos a la misma hora para evitarme viajes a laboratorio

Laura.- ah, pero ya está

Paula.- ustedes deben de ser los padres de Jaime, a la madre de Amalia ya la he visto otras veces

Ernesto.- aquí estamos a ver

Paula.- a mi me tienen de encargada para que no se extravíe ninguno en este rato hasta que vea los análisis Jesús

Laura.- pues vamos a desayunar

Paula.- ¡polluelos! Todos de la mano  ¡marchando!

 

-En la cafetería está esperando Claudio a que lleguen-

Claudio.- ¿y toda esta tropa?

Paula.- ya ve, acabamos de adoptar a otro nuevo

Laura.- se ve que los cuida bien

Paula.- yo entiendo que vengan con él, es muy pequeño, pero en lo que yo esté aquí “y aún me queda” lo traen y luego vuelven a recogerlo, se hacen las horas muy largas y no se pueden desatender los trabajos, que hay que seguir comiendo

Laura.- pero es que…

Paula.- yo te entiendo, yo también soy madre, pero mira estate tranquila, ahora cuando terminemos el desayuno hablamos un rato.

-         Juntan un par de mesas para ponerse todos juntos siempre piden lo mismo y uno a uno, van sacando las monedas del bolsillo y dejándolas en un platito central para que luego pase Paula por caja.

Claudio.- visto lo visto, cuando terminemos yo me voy a dormir y creo que tú te deberías ir al trabajo, aquí va a estar bien cuidado.

Ernesto.- no, yo me quedo, para la próxima vez, veremos

-         Ernesto y Claudio se quedan en la barra, Laura y la madre de Amalia, sentadas como dos pasmarotes, mientras  los niños miran embelesados según Paula les cuenta una historia de duendes y hadas que los sumerge en un mundo infantil pareciendo no tener más de cuatro años.

Laura.- que pendientes están a cada palabra

Paula.- silencio que está a punto de llegar la bruja

                      ¡ZAS! Dando un golpe en la mesa

-         El susto hace saltar de las sillas a niños y madres; todo se envuelve en carcajadas  ante la mirada desagradable del resto de clientes

Paula.- perdón, perdón, no me di cuenta

Alejandro.- sigue Paula, sigue

Paula.- vamos a pagar y nos vamos a nuestro pasillo que estamos más tranquilos.

          .- Mis polluelos, todos de la mano ¡Arreando!

 

 


 

2 comentarios:

  1. Que me encanto,me recuerda hasta hace poco a mi hijo que estuvo 2 años recibiendo quimio en el hospital del niño por enfermedad de leucemia ,el tiene 11 años hoy,pero me alegra como en esta historia todos se miran como familia y se comorenden ,y sobre todo la solidaridad esa compañia que tanto se necesita,me siento que volvi a vivir aquelllos duros momentos con mi hijo,pero que al final me acostumbre y tuve confianza en el sitema de atencion y tratamiento,pero aca en esto que lei me gusto mucho su convivencia y la experiencia,al final mi hijo finalizo su tratamiento y ahora esta yendo siempre s sus citas cada mes,cada dos meses pero como un chequeo de rutina y esta muy bien gracias a Dios,el tema esta de acorde a las actualidades del momento en cuanto a la enfermedad del cancer.Lindo,muy lindo.Gracias.

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    1. esto está escrito, como si fuera años atrás y me enfoco en el entorno, para no erir a nadie y dandole visivilidad, no rascar innecesariamente en heridas de los que lo han padecido y sus familis.
      Gracias y espero te siga gustando.

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