lunes, 6 de marzo de 2023

Gorras en el armario 020

 

 

               Entre historietas y juegos, se hace más ameno el tiempo de espera.             Colocan un par de conjuntos de asientos frente a frente y ponen la mesa de las revistas en medio.

Paula.- hoy me he traído una cosa ¿quién sabe jugar a la siete y media?    – Mientras saca una baraja de cartas del bolso-

Alejandro.- ¿tú sabes jugar?

Jaime.- creo, pero no sé si me acuerdo

Alejandro.- pues te pones a mi lado y ves como se juega y ya verás que aprendes enseguida

Isabel.- pero eso es trampa

Paula.- no, porque Jaime solo puede mirar las cartas de Alejandro

-         Según van sucediéndose las partidas, la emoción al ganar va subiendo de tono.  Ernesto lee una revista y las madres sentadas frente al pasillo les piden silencio de vez en cuando, para que no salga nadie a echarles la bronca.

-         Por las puertas del fondo ven salir y dirigirse al despacho al doctor y la enfermera

Laura.- prepararos que ya han llegado

Paula.- tranquila que queda un rato;  hasta que no venga Fernando con los resultados

-         Ellos siguen a lo suyo llevando con ojo la cuenta de las veces ganadas de cada uno.

-         De pronto todos se levantan; corren a recibir a la maestra del hospital;  la que les repasa las lecciones el día de tratamiento, la que  procura llevar al día los estudios de los que tienen que estar ingresados.

Maestra.- veo que hay un nuevo alumno que apuntar en la lista

Lorenzo.- se llama Jaime

Maestra.- bueno Jaime, verás que bien explicamos aquí la lección

Paula.- mira, esos son sus padres

Maestra.- pues voy a hablar con ellos

Paula.- tranquila que yo me ocupo de estos malandrines

Maestra.- buenos días, yo soy Virtudes, la maestra y ustedes me han dicho que son los padres de Jaime

Laura.- yo soy Laura y mi marido Ernesto

Maestra.- ¿son ustedes de aquí o de un pueblo?

Laura.- vivimos aquí cerca

Maestra.- mejor, ya hablo yo con la asociación y que manden a alguien a casa para que siga el curso con normalidad

Laura.- ¿pero no puede ir al colegio?

Maestra.- mire habrá muchos días que no se encuentre demasiado bien, días que ni siquiera le apetezca salir ni ver a nadie, pero si él quiere ir algún día mejor, eso es buena señal.

Ernesto.- yo creo que al menos lo va a intentar

Maestra.- tiempo al tiempo, de todas formas vaya o no vaya, pasará por su casa alguien para que este curso no lo pierda

 

    -Fernando (el enfermero) da unas palmadas desde la mitad del pasillo.     .- ¡vamos al lío!

              Los padres de Jaime se levantan enseguida del asiento, mientras la madre de Amelia coge una revista con que matar el tiempo.

  En las puertas de acceso a la sala la Paula se interpone a su paso.

Paula.- Venir todos aquí;   ¿qué opinan mis renacuajos? ¿Los dejamos entrar?

Fernando.- bueno, daros cuenta que es el primer día

Jaime.- ¿pero no pueden pasar?

Paula.- eso lo deciden tus compañeros y compañeras.

         El día que nos toca a nosotros en la sala no hay ni biombos ni nada separando los sillones para que nos podamos ver y hablar lo que queramos.

           Cosas del doctor Hernández.

Jaime.- a bueno, si lo dice el doctor Jesús

Paula.- para dejarles entrar hay que levantar la mano. ¿Quién está de acuerdo?

   Todos con las manos arriba dan el visto bueno a que estén allí con ellos.

Paula.-  pueden pasar;  lo siento pero las cosas son y deben de ser así

-Mientras se van colocando en sus sitios Paula vuelve a la zona de asientos a invitar que  entre a la madre que ha quedado solitaria, no es de recibo que quede allí sola-

        -cada uno se pone en una camilla con el respaldo inclinado para estar más cómodo y al momento llega Ester;       Fernando ya tiene colocados en un carrito las bolsas y tarros con el nombre de cada paciente rotulado en rojo-

Ester.- bueno pues empezamos, a Jaime lo dejaremos para el último, para que vea que no pasa nada.

   Los padres no están a su lado, Paula los ha mandado sentar en unos cómodos sillones que hay junto a la pared.            –Ya le toca a Jaime-

Fernando.- vas a notar cómo te entra el frio en la vena pero no es nada, enseguida lo dejas de notar

Ester.- ves, a que no duele

Jaime.- y ¿eso es todo?

Isabel.- no esto es la pre, para evitar alergias y otras cosas

Lorenzo.- lo mismo te entra un poco de sueño

Amalia.- Alejandro a veces hasta ronca

Alejandro.- son más exageraos;  porque un día respiraba mal; a Amalia sí que hay veces que se le oye desde el pasillo

Paula.- tú si te quieres dormir te duermes, a estos no les hagas ni caso

    - Al poco tiempo llega el doctor a ver cómo va la cosa-

Jesús.- parece que hoy no se duerme nadie, bueno ya sabéis que no quiero escándalos

Paula.- pero si nos portamos siempre muy bien

Jesús.  Tú calla que eres la peor de todos.    ¿Qué traes inventado para hoy?

Paula.-  hoy les voy a leer un cachito de un libro que me han regalado

Jesús.- eso está bien;   Fernando, Ester, Vamos a poner la medicación.

     -a cada uno les van conectando a la vía la bolsa con su nombre  antes de que Paula se ponga a leer.  Después los dejan allí solos, están bien cuidados en caso de que haya alguna cosa fuera de lo normal;  de todas formas pasan a cada momento por delante de la puerta y observan que todo está tranquilo-

   Paula  comienza a leer bajito, para que alguno se quede dormido;  con voz suave va relatando la introducción de ese libro que le han regalado.      A todos se les pone una sonrisa en el rostro al ver como a los padres de Jaime se les van cerrando los ojos de aburrimiento.

       Paula los mira, mientras va bajando aún más la voz.

    Isabel y Lorenzo le hacen un gesto a Jaime poniéndose el dedo índice en los labios.  Ester y Fernando que se han acercado, pues les extraña tanto silencio, se apoyan en el marco de la puerta callados,  esperando el alboroto que está por llegar.

     Paula les indica que estén atentos dejando caídas las manos con las palmas hacia arriba y cuando las levanta gritan todos a la vez, cada uno lo que le parece:

¡ZAS, ZAS! , ¡AUUUUUU!, ¡TIRÚ, TIRÚ, TIRÚ!, ¡VAMOS DORMILONES!

   Los padres de Jaime se levantan del sillón asustados y todos empiezan a reírse a carcajadas;  Ester y Fernando se esconden tras el tabique mientras que Paula se hace la dormida.

Ernesto.- Jodídos muchachos, que susto me han dado

Jaime.- Sssss. Calla, que está la señora dormida

     --Lo que provoca de nuevo una serie de carcajadas--

Fernando.- aquí aún queda un rato, yo que ustedes, me iría a tomar algo a la cafetería.

Laura.- pues sí, porque se me ha quedado la garganta

Seca;    vamos los tres a tomar algo fresco

Ernesto.- eso es que has roncado

Laura.- tú sí que roncas, anda cállate

     Cuando salen los tres por la puerta y se alejan, ya deja Paula de hacerse la dormida.

Paula.- pero como sois tan malos, mira que despertar a los señores

Lorenzo.- anda, pero si la que inventas eres tú

Paula.- ¿yo? Pero si yo estaba dormida

Isabel.- Y mira Jaime, era el que más se reía

Jaime.- pero yo casi no he gritado

Amalia.- tú tranquilo ya irás aprendiendo

Paula.- bueno, que seguimos con el libro

Alejandro.- ese libro es un rollo, cuéntanos una historia de esas que te sabes de memoria

Paula.- mejor que nos cuente una historia Jaime

Isabel.- venga Jaime anímate

Jaime.- no sé, en el cole estamos leyendo una historia de piratas y está muy emocionante

Lorenzo.- pues venga, tú de lo que te acuerdes

 

        -Jaime intenta recordar el principio y comienza con su historia;     todos escuchan atentos al pequeño recién llegado que con el movimiento del brazo en el que no tiene la vía,  intenta dar más entusiasmo a las batallas protagonizadas por la tripulación.

    Poco a poco va pasando el tiempo, las bolsas se van agotando y Ester va retirando de sus brazos con cuidado agujas y vendaje, mientras tanto Fernando les hace una revisión de pulsaciones y temperatura antes de mandar que se incorporen despacio y esperen sentados a que vuelva el doctor.

   Por el pasillo ya se acerca Virtudes para ir con ellos a otra planta donde repasar lo que debían dar hoy en el colegio hasta la hora en que la ambulancia vuelva a recogerlos para llevarlos de nuevo a casa.

     Amalia hoy se va con su madre, Ernesto y Laura han entrado un momento al despacho a hablar con el doctor, Paula espera en el pasillo junto a Jaime, para llevarlos a casa y así saber donde viven por si les apetece que sea ella quien lo recoja para acudir al tratamiento.

A Jaime le gustaría quedarse con sus nuevos compañeros en la clase del hospital, pero ya han esperado sus padres mucho rato, tal vez el próximo día se pueda quedar y si eso, que luego vengan a buscarlo.

 

 


 

 

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