miércoles, 22 de marzo de 2023

Gorras en el armario 028

 

 

   Y con ellos llegó el escándalo; las carreras por el pasillo intentando coger a Jaime para darle la vuelta a la gorra a ver cómo le quedaba mejor, si con la visera puesta hacia delante, para atrás o a un lado.

Paula.- ¡valió! Todos aquí sentados, os voy a preguntar unos problemas de matemáticas

Isabel.-  ¡Jo!, vaya rollo

Amalia.- ¿no has traído la baraja?

Paula.- sí, la de cencerros

      -Todos se quedaron callados sin entender aquello, mientras Laura y Paula se reían sin parar-

Alejandro.- pues yo no entiendo de qué os reís

Paula.- ni falta que hace; venga, sentaros todos

Laura.- mira que te hacen caso enseguida, se nota que los tienes bien adiestrados

Amalia.- y cualquiera no hace caso, se gasta un genio

Paula.- cualquiera que te oiga pensará que soy una bruja malvada

Lorenzo.- malvada no, pero bruja…

Paula.-  ¡ZAS!   Colleja

Lorenzo.- ¡ay! ¿Pero porqué?

Paula.- por dos razones, una por llamarme bruja y la otra por estar demasiado cerca

Alejandro.- que mano más larga tienes

Paula.- ¿quieres tú otra?

Laura.- bueno qué, vamos a desayunar de una vez

Paula.- sí vamos que va a ser mejor.   Todos de la mano y en fila detrás de mí

Isabel.- a ver en qué quedamos,   de la mano o en fila

Paula.- las dos cosas y no hay más que hablar

-Haciendo tontadas llegaron hasta la cafetería y como siempre pidieron el desayuno, dieron alguna que otra vez gritos molestos y salieron cabizbajos tras pagar como si ellos no hubieran sido-

 -al llegar abajo Virtudes estaba hablando con Fernando-

Laura.- hola Virtudes, quería hablar contigo

Virtudes.- pues ya me dirás

Laura.- que si se puede quedar Jaime aquí con vosotros un rato, que dice que se quiere quedar

Virtudes.- pues claro, sin problemas

Laura.- y a qué hora tengo que venir a recogerlo

Virtudes.- A la que quieras, subes a la segunda planta y preguntas a cualquiera; si no estamos en la clase seguro que andamos en alguna habitación dando guerra a algún ingresado

Laura.- pues sobre las dos vengo

Paula.- aprovecha para hacer cosas y tranquila que Jaime va a estar bien

Laura.- me quedaré contigo un rato,  que no te quedes sola en el pasillo

Paula.- ¿quién?  ¿Yo?;  No, yo tengo mi camilla reservada sea día de tratamiento o no. Que si no se aburren y se les hace largo

Laura.- pues entonces me voy.

Paula.- mira ya viene Ester,   en un momento estamos dentro

Laura.- ¿y si quiere hablar conmigo el doctor Hernández?

Paula.- lo tienes bien sencillo, pregúntale a Ester, pero ya te habría dicho algo Fernando

Laura.- Ester ¿sabes si quiere hablar conmigo el doctor?

Ester.- estate tranquila, que si algún día tuviese algo que hablar, yo te llamaría por teléfono con un par de días de antelación

Paula.- vamos que se te hace tarde, que ya ha subido los resultados Fernando hace rato

Ester.- hasta que llegue el doctor yo no tengo prisa

Paula.- no y después tampoco

Ester.- pá qué

Paula.- pues eso digo yo

Laura.- de gusto ver lo bien que os lleváis

Paula.- yo a esta la aguanto porque manda más que yo

Ester.- anda calla, que eres la más mandona

     -Los niños allí callados, por si se escapaba otra colleja-

     - la rutina de siempre y después escaleras arriba con Virtudes hasta la segunda planta a repasar los deberes-

Virtudes.- mira Jaime esta es la clase

Jaime.- que chula

Amalia.- mira estos son: Paco y Arturo

Jaime.- pero estos no estaban abajo

Isabel.- Paco y Arturo están ingresados estos días

Lorenzo.- ya irás conociendo a todos, somos muchos, pero no siempre coincidimos

     -Jaime se acerca a Isabel para hablarle al oído-

Jaime.- Isabel, pero estos niños si tienen pelo

Isabel.- cada enfermedad tiene un tratamiento distinto

Jaime.- ah vale

Virtudes.- ¿qué cuchicheáis?

Isabel.- nada que Jaime quería saber porqué ellos tienen pelo

Jaime.- ¡calla!

Virtudes.- si no pasa nada, es bueno que preguntéis, pero cualquier duda en voz alta y así nos enteramos todos de la explicación.

Jaime.- perdón

 Virtudes.- cuando tengas alguna duda nos preguntas y el que sepa la respuesta pues la dice y si no lo sabemos, vamos a por alguna enfermera y que nos lo aclare

Isabel.- ves como no pasa nada

Virtudes.- a ver dudas solo sobre el temario de clase

         -todos permanecen en silencio-

Virtudes.- vamos, que hoy os sabéis todo

       -ninguno rechista ni levanta la mano-

Virtudes.- yo tampoco es que tenga hoy muchas ganas, así que vamos hacer una ronda por las habitaciones y así le presentamos a los compañeros a Jaime ¿os parece bien?

Alejandro.- vale, y cada uno lo presentamos en una habitación

Virtudes.- por su puesto, pero luego quiero que todos levantéis la mano y repasemos las tareas.

-         así lo hicieron; fueron presentando a Jaime a los compañeros que estaban ingresados, desde los más mayores hasta los pequeños.    Niños y niñas que pasaban por aquellas habitaciones cada cierto tiempo por la complejidad de su dolencia-

 

           A las dos llegó a recogerlo Laura.  Todo el camino, durante la comida y después toda la tarde, hablando de sus compañeros, a los que sus padres no conocían.

            Al caer el sol, su cuerpo estaba derrotado por el cansancio, los dedos parecían entumecidos y las venas del brazo parecían arder.  Al día siguiente no fue a clase; no porque no se despertase e intentase sacar fuerzas de flaqueza, pero pesaba más el cansancio que las ganas.

 

 


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