martes, 25 de mayo de 2010

Aniversario 1/2- ÉL

       La conoció en un bar de barrio, todas las tardes después de comer la veía sentada sola en la barra, calentándose las manos, rodeando con ellas el vaso del café con leche, con la mirada puesta en ningún sitio, al mismo tiempo de ser observada por todo aquel que entraba o salía, debido a su melena rubia, sus rasgos de Europa del este, y lo bien vestida y maquillada, que siempre iba.
   Por costumbre, y sin mediar palabra, se fue fijando en sus gustos; Cada día le ponían un sobrecito de sacarina, al lado del azúcar, y combinaba mitad y mitad; Le daba vueltas con la mano derecha, pero curiosamente, después de cada sorbo, lo volvía a remover, pero ahora con la izquierda, sujetando siempre el vaso, como si estuviese pegado a su mano; Incluso cuando se encendía un cigarrillo, su mano derecha no se apartaba, como si tuviera miedo a que alguien se lo arrebatase.
   Pasado un tiempo, y después de sentarse junto a ella, varios días, se decidió a entablar una conversación, la típica: otra tarde a tomar café, parece que llueve, ya tenemos el invierno encima. Empezaron a conocer, de donde eran, las circunstancias que los había llevado a esa ciudad, a que se dedicaba cada uno, donde vivían, hasta que una tarde quedaron para salir a dar una vuelta, y conocer juntos un monumento cercano, a partir de ese día, su relación se fue haciendo más estrecha, y a los pocos meses comenzaron a compartir gastos, cocina y habitación, sus horarios no eran los mismos, pero su amor se seguía abriendo paso entre las dificultades.
   Cuando se cumplió un año de aquel día, cenaron en casa, y hablaron de lo que inevitablemente faltaba entre los dos.

.-Sabes que yo estoy enamorado de ti desde el primer día que vinimos aquí, pero ¿y tú?

.- Ya lo hemos hablado, y sabes que te quiero más que a nada en este mundo.

.- Me dijiste que tenía que esperar, pero creo que no pasaría nada por que esta noche al acostarnos hiciésemos el amor.

.- Cariño, pero si eso es lo que hacemos todos los momentos y todos los días que estamos juntos.

.- Bueno pues llámalo sexo.

.- Eso te lo expliqué el primer día que nos vinimos aquí, entiende, que el sexo en mi modo de vida, de donde saco el dinero que me permite vivir, y que viva mi familia, tú tienes tu trabajo y lo respeto, tú no lo traes a casa y yo tampoco.

.- Pero ya te he dicho infinidad de veces, que con lo que yo gano podríamos vivir, y mandar dinero a tu familia, que no me importa, si es la tuya también es la mía.

.- y ¿si yo te propusiese que dejaras el trabajo?, yo también gano suficiente, tu solo tendrías que darme tu amor, y además no me importaría si tuvieses que pagar a alguna compañera para desahogarte sexualmente, si es que lo creyeses conveniente.

.- Ya estamos diciendo tonterías, yo no soy ningún chulo

.- Ni yo ninguna mantenida.

.- Mejor dejemos la conversación y disfrutemos de nuestra cena de aniversario

.- Gracias cariño.

    Cenaron tranquilos, se sentaron en el sofá, y acabaron la botella de champan francés que habían comprado para esa maravillosa ocasión.
   Fueron a la habitación, y ella en voz baja le susurró: amor mío, quiero practicar sexo con tigo.
          A la mañana siguiente, él, se levantó, fue a la cocina y mientras preparaba el desayuno, oía con calma el correr del agua de la ducha.

.- Cariño ¿qué quieres desayunar?

        Pero nadie contestó. Se acercó hasta el baño para ver que el agua golpeaba sola contra la mampara; Fue a la habitación y vio que faltaba la ropa y la maleta; ella se había marchado.
           Se dijo con rabia: Se que jamás la olvidaré, por una noche de sexo, me cobró un año de amor.

2 comentarios: