viernes, 1 de julio de 2022

Cosida

    


Como entretela a tu chaqueta

   para estar junto a tu pecho

     sintiendo tu corazón.

Te acaricié y di abrigo

   en esas tardes de otoño

     acompañadas de sinrazón.

 

     Cuando el invierno llegó,

te abracé desesperada

para no dejarte ir.

     Yo te acaricié las canas,

supliqué estar a tu lado

a la hora de partir.

 

Durmiendo en la soledad

   de una percha del armario

     el alma se me desgarra.

Por coserme a la entretela

     de una chaqueta de lana.

Que de tanto que la usaste

   ya se ha quedado olvidada.

Cómo te iban a enterrar

   con la ropa más gastada.

 

Aún puedo oír tu latido.

      Siento el calor de tu pecho

acariciando mi cara.

     Con que poco me conformo.

          Te fuiste, sin decir nada.




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