viernes, 5 de diciembre de 2014

.000.-El diario nunca escrito


Preludio

    La historia que les voy a presentar, ni es verdad ni es mentira. Nadie, ni siquiera yo, tiene derecho a juzgar su parte de veracidad. La imaginación, no tiene porque ser  nada objetiva.    Es lo que uno quiere creer que sucede o quisiera que ocurriese, para así tal vez poder justificar ante si mismo el resultado los acontecimientos.
            Solo la protagonista, podría verificar las acciones, pensamientos y conclusiones aquí descritas.      Solo ella podría rebatir mis disquisiciones fantasiosas, por lo cual jamás de ningún modo, sabremos lo que hay de certeza o elucubración en estos escritos.
   ¿Y que pretendo con ello?  No lo sé, quizás……..
      Liberar algo que tanto tiempo lleva encerrado. Creer que  esta ficción puede tener una base real. Reivindicar algo tantas veces expuesto, para variar nuestro ingenuo comportamiento: las manías adquiridas, cómo hablarles con voz de muñeco y a gritos, poner nuestro asqueroso aliento sobre su carita para que nos vean, aplicarles los morros un su mejilla a modo de ventosa,  perturbando su tranquilidad y descanso, por el inocente y caprichoso deseo, de anteponer nuestra demostración afectuosa o curiosidad a su descanso.

     Un bebé, es pequeñito, tierno y precioso.
        Pero ni es sordo, ni ciego y mucho menos un objeto que babosear, como si fuera un caramelo.


Voy tumbado y tapadito

me gusta dar un paseo

notar ese balanceo

y quedarme dormidito.

no quiero que me destapes

ni me babes,  ni me grites

no quiero ser molestado

ni que la tranquilidad me quites.

Mamá y papá solamente

tienen derecho a incordiarme,

lo pone en letras muy grandes:

No molestar.  Prohibido,

carrito considerado

como espacio protegido.


No hay comentarios:

Publicar un comentario