con ese brillo especial.
Asomada
a la ventana
te ofrecí poder entrar,
para iluminar el lecho
aburrido de esperar.
Llenaste mi habitación
haciendo vibrar mi cama,
acariciando mis labios,
dando color a mis canas.
Cuando se escape la luna
marcharás
como has venido.
Yo me quedaré esperando
por
ver de nuevo tu brillo.
Cuando quieras regresar
no te olvides del camino,
mi ventana estará abierta
para
abrazarte con mimo.
Seremos
tan solo amantes
jugando en la oscuridad.
No
pidas deje mi vida,
ni ofrezcas dulces quimeras,
las que no me puedes dar.
Excelente Maestro
ResponderEliminarGracias Profe por tu presencia
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