jueves, 25 de agosto de 2022

Amiga mía

 


 

          Qué sabe nadie;

 dónde se encuentra el cenit esa,

tu  felicidad.

     Tu educación, familia, costumbres,

 pero sobre todo tus creencias,

 te han hecho así.

         Para mí sería algo…

 Inimaginable, si no te conociera.

        Creíste en el castigo divino,

 como justificación a pecados,

 nunca cometidos.

        Tantos abrazos y besos,

 regalaste con la única meta

 de algún día,

 recibir un simple te quiero.

            La abnegación,

 se convirtió en el camino,

 en esos peldaños a lo más alto.

        En la orilla del mar,

convencida de lo que haces,

das gracias a las alturas

por el regalo merecido.

         Nunca compartiré ciertos criterios

                      o tal vez…    SÍ.

Pero siempre.

          Siempre  los respetaré.




No hay comentarios:

Publicar un comentario