Olvídate de
tus miedos.
Levita sobre el colchón.
Sal de tu cuerpo mortal.
Coge en tu
mano la pluma,
pensando con
precisión.
Dibuja un
rostro en tu mente.
Ponle alma, corazón.
Penetra hasta sus entrañas
creando ese
personaje,
queriéndolo
con pasión.
Acércate a sus temores,
los sueños y
frustraciones.
Incrústate en sus pupilas
para apreciar sus colores.
Acariciando sus dedos
siente una
brisa al tocar.
Calzándote sus zapatos
hazle que
comience a andar.
Intenta buscar palabras
que coincidan con la rima.
No olvides
contar despacio
las silabas de los versos.
Con palabras
desde el alma,
deja que hable el corazón.
No importa lo
que tú pienses,
ni el ego, ni la razón.
Verso a verso dile
al mundo
lo
que te quiere contar.
Todo será una quimera
nutrida con ambrosía.
Si lo haces
con dignidad
respetando
al personaje,
a otros enternecerá.
Cuando
despiertes de nuevo
habrás escrito un poema.
Eso es mi poesía.
No soy hombre ni mujer.
Conclusiones y emociones
las dejo para
el lector.
Yo no entiendo de fronteras,
ni
razas, ni religión.
Solo pongo
unas palabras
a las gargantas sin voz.
Muy bonito
ResponderEliminarOK compy.
EliminarSuperrr tus letras. Me encantó
ResponderEliminarGraciñas compy.
Eliminar