El sol al atardecer,
mira con envidia al agua
porque acaricia tu cuerpo.
Mientras rojizo se esconde
para dejarte de ver.
Esperará el nuevo día
para admirarte de nuevo
acariciar con sus rayos
cada poro de tu piel.
Agua que no tienes hora.
Luna que coge el relevo.
llegando el alba de nuevo.
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